El precio del petróleo en el mercado mayorista ha atravesado importantes altibajos en los últimos meses. Al chocar la decisión de la OPEP de reducir su producción con la de otros países productores como Estados Unidos o Brasil de aumentarla, dando lugar a una bajada generalizada de los precios que se había hecho patente en el mercado desde finales del verano de 2023.
El 2024 comenzó con nuevos sobresaltos en el sector a raíz de la creciente tensión en el Mar Rojo entre Estados Unidos, Irán e Israel. Sin embargo, la reciente decisión de Arabia Saudí de rebajar el precio del barril a precios que no se registraban desde 2021, ha llevado el precio del barril de Brent a estar de nuevo por debajo de los 80 dólares.
Un movimiento estratégico
El pasado año, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió establecer una política de rebaja de producción de barriles para forzar la subida de su precio en el mercado.
Esta estratégica, que venía funcionando desde los años 70 del siglo pasado, en esta ocasión no fue efectiva. Porque otros países productores aprovecharon el hueco que había quedado en el mercado para cubrir la demanda con su petróleo. Fenómeno que llevó a Estados Unidos a producir una cantidad de barriles por día muy similar a la que producían en aquel momento Arabia Saudí y Rusia conjuntamente.
La ineficiencia de la medida de presión de la OPEP impulsó a algunos de sus miembros a negarse a rebajar la producción. De hecho, los desacuerdos internos llevaron a Angola a abandonar esta organización, al no estar de acuerdo con la política de reducción de la producción que se venía imponiendo.
Arabia Saudí, por su parte, ha visto descender su cuota de mercado a lo largo de 2023. A medida que su producción de petróleo bajaba, muchos de los países que le compraban habitualmente a ella el crudo optaban por buscar otros proveedores.
Ahora, a fin de no seguir perdiendo cuota de mercado, el régimen Saudí ha decidido dar un vuelco al mercado. Rebajando los precios a niveles que no se registraban desde 2021.
Impacto en todo el mercado
La decisión de Arabia Saudí ha tenido un impacto directo en el mercado del petróleo a nivel mundial. A principios de esta semana, tras unos días de subida de precio, el barril de Brent, que es el de referencia en Europa, rebajaba su precio un 4%, volviendo a situarse en 76 dólares por unidad.
En Estados Unidos, el West Texas cayó un 4,5% y le ha costado mantener un precio por encima de los 70 dólares el barril.
Con este movimiento, el régimen de Riad espera desplazar a Estados Unidos, Brasil y Canadá en aquellas regiones en las que Arabia Saudí ha sido el proveedor principal de crudo desde hace décadas.
Sin embargo, tres de los clientes asiáticos habituales de Arabia Saudí ya han confirmado que la bajada de precios aplicada no conllevará un incremento en sus pedidos, porque en el mercado sigue habiendo suministradores que pueden ofrecer los barriles de crudo a un precio más económico.
Bajada de la demanda de crudo
Enero y febrero siempre son meses en los que la demanda de crudo a nivel internacional desciende. Pero se teme que este fenómeno se extienda a lo largo de todo el primer semestre del año.
Con la producción industrial a la baja en Europa, la demanda de petróleo lleva unos meses por debajo de lo habitual. Esto, unido a que ahora en el mercado hay más proveedores al margen de la OPEP, podría seguir empujando a la baja el precio del barril de petróleo en las próximas semanas.