La inflación y la inestabilidad geopolítica que se han producido en los dos últimos años se han convertido en un problema para el crecimiento económico de los países. En el caso de la Unión Europea, aunque ha logrado superar 2023 sin entrar en recesión, los datos muestran un estancamiento en su crecimiento.
Hecho que se debe a que el crecimiento económico de los Estados miembros ha sido bajo, algo que los analistas ya habían anunciado.
En España, la economía creció un 2,5% durante 2023, superando así las expectativas que habían proyectado tanto el Ministerio de Economía como diferentes organismos internacionales. Pero se espera que este año el crecimiento esté más limitado. De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado sus expectativas de crecimiento económico a la baja, tanto para España como para el resto de países de la zona euro.
El FMI ajusta sus previsiones
En el contexto actual, es especialmente complicado hacer previsiones sobre la evolución de la economía. Si hace unos meses el FMI planteaba un escenario muy sombrío para la economía internacional, con la llegada de 2024 ha mostrado algo más de optimismo.
El año pasado, especialistas como Indermit Gill, economista jefe del Banco Mundial, advirtieron de la posibilidad de que la economía mundial esté atravesando lo que se conoce como una década perdida. Un período en el que el crecimiento económico podría ser muy poco relevante.
Las previsiones del FMI a largo plazo refuerzan esta teoría. Sin embargo, a corto plazo, sí parece haber muestras de que la crisis inflacionista comienza a remitir, e incluso lo hace a un ritmo más rápido del esperado.
No obstante, los expertos del Fondo Monetario Internacional creen que los efectos de la crisis inflacionista todavía se van a dejar notar durante este 2024, algo que afectará al crecimiento económico de los países. Motivo por el que ha ajustado a la baja las previsiones que hizo hacia finales del año pasado.
Menor crecimiento económico para España
Según las previsiones del organismo internacional, el Producto Interior Bruto (PIB) español crecerá en 2024 dos décimas menos de lo previsto el pasado otoño, situándose en un 1,5%. Pero no realiza ajustes para el crecimiento de 2025, que sigue previsto en un 2,1%.
De materializarse las previsiones, la tendencia española sería descendente. Pasando de un 2,5% de crecimiento en 2023 al 1,5% en 2024.
Por el contrario, la previsión de crecimiento económico de la zona euro se ha revisado al alza. Pasando del 0,5% previsto hace unos meses al 0,9% anunciado recientemente.
A pesar de la revisión a la baja del crecimiento económico de España, el país seguiría registrando cifras por encima de la media en 2024 frente a sus socios europeos. Ya que el FMI prevé un crecimiento del 0,5% para Alemania, del 0,7% para Italia y del 1% para Francia.
Respecto al crecimiento mundial, la proyección para este 2024 es que la economía crezca en su conjunto un 3,1% y lo haga un 3,2% en 2025.
El llamamiento del FMI a Estados y bancos centrales
Con el objetivo de conseguir un mayor crecimiento económico a nivel mundial, el FMI sigue instando a los países a que aborden procesos de consolidación fiscal que sean viables a medio plazo.
También ha emitido un llamamiento específico a los bancos centrales, animándoles a ajustar los tipos de interés en aquellas regiones en las que la inflación muestre claros síntomas de estar volviendo a la normalidad. Porque una debilidad económica prolongada es un obstáculo para que los Estados cumplan con sus objetivos en materia de crecimiento y desarrollo.