El descontento en el sector agrícola ha desbordado las calles con movilizaciones que atraviesan toda España, desencadenando interrupciones significativas en el tráfico y la vida cotidiana. Los agricultores han paralizado el puerto de Málaga, y su descontento se ha sentido en las arterias principales de tráfico en todo el país.
Estos agricultores, en su lucha, demandan «precios justos para sus productos», critican la «competencia desleal» y solicitan una relajación en las normativas de la Política Agrícola Común (PAC), el cumplimiento efectivo de la ley de la cadena alimentaria, y la continuidad en la reducción de impuestos para el diésel agrícola.
Distintas movilizaciones por toda España
Las protestas han tenido momentos de tensión, como en Madrid, donde un contingente de 80 tractores procedentes de Ávila intentó sin éxito bloquear Mercamadrid, siendo detenidos por la policía. Mientras tanto, en Valladolid, la detención de un agricultor acusado de agredir a un policía nacional durante un bloqueo de carretera, ha sumado intensidad a las movilizaciones.
Las autoridades han adoptado medidas para mitigar el impacto en el tráfico, como en Toledo, donde se ha permitido el acceso libre a la AP-41. La A-4 y la A-42 han visto su circulación interrumpida, afectando directamente a numerosas localidades y provocando un caos circulatorio.
Además de Málaga, otras zonas como Aragón y Castilla y León han experimentado bloqueos significativos, con tractores obstruyendo vías críticas y accesos a mercados importantes como Mercazaragoza y Mercaolid. Estas acciones han puesto en jaque a la logística de transporte, con el secretario General de la CNTM, José María Quijano, haciendo un llamamiento a los agricultores para que permitan el tránsito de los camioneros, destacando las pérdidas económicas que estas protestas están generando.
Las manifestaciones no se limitan a una región, afectando desde Cataluña hasta el País Vasco, y desde Valencia hasta Murcia, demostrando la extensión y la profundidad del malestar en el sector agrícola.
Este movimiento ha provocado una respuesta por parte del Ministerio de Agricultura, que recalca su apoyo al sector con una inversión de aproximadamente 4.000 millones de euros en los últimos dos años. Mientras tanto, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha destacado la necesidad de acompañar a los agricultores hacia una producción más sostenible.
La polémica también ha llegado al ámbito europeo, con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunciando la retirada de una propuesta legislativa sobre el uso sostenible de pesticidas, en respuesta a las críticas del sector agrícola sobre su potencial impacto en la seguridad alimentaria.
Agricultores europeos en pie de guerra, protestan frente al Parlamento Europeo