La mayoría de los países desarrollados están afrontando un proceso de envejecimiento progresivo en su población. Mientras que en 2019 una de cada 11 personas a nivel mundial tenía más de 65 años, para 2050 una de cada seis personas que habiten el mundo estará por encima de esa edad.
Esto supone un gran reto para la economía, pero también abre un mundo de oportunidades para aquellas empresas que han puesto poco su foco de atención en los adultos mayores.
¿Qué es la Silver Economy?
La economía plateada es un fenómeno de reciente aparición y que está en pleno desarrollo. Se refiere al conjunto de actividades económicas y oportunidades comerciales que surgen en torno a las necesidades y las preferencias de las personas de mayor edad.
Los adultos mayores (quienes han rebasado la barrera de los 65 años) se están convirtiendo en un segmento de población cada vez más grande. A ello hay que sumarle que la esperanza de vida continúa aumentando, por lo que este colectivo demanda ahora más productos y servicios adaptados a sus necesidades que unas décadas atrás.
Los mayores de 65 años se han convertido en un segmento prioritario de consumo en muchos países, puesto que su poder adquisitivo es superior al de las generaciones más jóvenes.
La mayoría de las personas que se incardinan en este colectivo tienen cubiertas sus necesidades básicas de vivienda y alimentación, por el trabajo que han desarrollado a lo largo de toda su vida y la pensión pública que perciben ahora. Esto hace que tengan la capacidad de demandar más productos y servicios que no solo incluyen asistencia médica o farmacéutica, sino también ocio, viajes y entretenimiento.
¿Qué retos plantea la Silver Economy?
El envejecimiento de la población implica una serie de desafíos con trascendencia económica.
Brecha digital
El nivel de adopción de la tecnología por parte de los adultos mayores está en aumento. Sin embargo, la brecha digital tiende a acrecentarse con el paso de los años. Porque llega un momento en el que las personas ya no se sienten capacitadas para seguir aprendiendo y usando nuevas tecnologías.
Esto dificulta el acceso de los más mayores a productos y servicios digitales. De ahí que para las empresas centradas en el campo tecnológico sea todo un reto afrontar su penetración en el mercado senior.
Estimación y discriminación
A pesar de que la edad de jubilación está en aumento en muchos países, en el ámbito laboral sigue existiendo un gran estigma asociado a la edad. Lo que lleva a la discriminación en el acceso al empleo o dificulta la continuidad laboral de quienes desean seguir trabajando a pesar de tener ya una edad avanzada.
Al apartar a los adultos mayores del ámbito laboral, se socava su capacidad para contribuir de una manera significativa a la sociedad.
Adaptación de la fuerza laboral
En el caso de empresas que sí deciden confiar en los trabajadores más experimentados, para ellas surge el reto de adoptar programas de capacitación y desarrollo profesional adaptados a las necesidades de los trabajadores mayores.
A medida que la población envejece y el número de niños nacidos se reduce, se va conformando un nuevo mercado laboral en el que, en poco tiempo, las personas de más edad superarán a las de menos. Esto impulsará a las empresas a valorar y reforzar las capacidades de los miembros más mayores de su plantilla.
Sostenibilidad financiera
Uno de los principales retos sociales y económicos que plantea la era de la Silver Economy es la viabilidad del sistema de pensiones y de atención médica gratuita.
Es previsible que, quienes se jubilen en una década, reciban proporcionalmente menos pensión que los pensionistas actuales. Esto puede afectar al bienestar de quienes serán adultos mayores en el futuro.
Oportunidades ligadas a la Silver Economy
Junto a los retos y desafíos, con el envejecimiento progresivo de la población llega una nueva demanda de productos y servicios que hace unas décadas no hubieran resultado rentables en el mercado. Esto implica una buena oportunidad para las empresas que decidan orientar sus esfuerzos hacia el consumidor adulto mayor.
Tecnología de asistencia
Uno de los campos que tiene mayor potencial de desarrollo dentro de la economía plateada es el de la tecnología de asistencia, que busca mejorar la calidad de vida y la seguridad de las personas mayores.
Muchas empresas del sector están trabajando ya en dispositivos de monitoreo de la salud, sistemas de alerta de emergencia y plataformas de telemedicina de última generación.
Productos y servicios de bienestar
Los adultos mayores están cada vez más interesados en mantener un estilo de vida saludable y activo.
Fenómeno que supone una oportunidad de negocio para empresas que ofrezcan productos y servicios relacionados con el fitness, la nutrición, el cuidado personal y el bienestar emocional, pero orientados a los consumidores de más edad.
Atención médica y cuidados
Los cambios en el estilo de vida y el avance de la medicina están permitiendo que la salud de los adultos mayores se mantenga en buenas condiciones durante mucho más tiempo de lo que era habitual unas décadas atrás.
A pesar de ello, el envejecimiento es una etapa de la vida que implica una mayor demanda de atención médica y cuidados a largo plazo. Hecho que supone una oportunidad de negocio para las empresas que deseen especializarse en los cuidados domiciliarios, los cuidados en residencias y la atención médica a este colectivo.
Turismo y ocio
Las personas mayores ya suponen un segmento importante de clientela dentro del mercado turístico. Su solvencia económica, y el hecho de que ya no tengan responsabilidades laborales, les impulsa a viajar y a disfrutar de experiencias enriquecedoras.
Como resultado, empiezan a multiplicarse las empresas vinculadas al ocio y el turismo que se han especializado en un público más mayor. Con paquetes turísticos que incluyen destinos aptos para los adultos mayores, y actividades recreativas que se adaptan a sus gustos.
Servicios de asesoramiento financiero y planificación de la jubilación
Conscientes de que pueden llegar a vivir muchos años tras dejar de trabajar, las personas más jóvenes empiezan a mostrar más preocupación por su futuro financiero. Algo que está dando lugar a un incremento de la demanda de servicios entre los profesionales dedicados al asesoramiento financiero.
Los productos relacionados con el ahorro y la planificación de la jubilación se están convirtiendo en una auténtica necesidad para poder afrontar los últimos años de vida con la suficiente solvencia económica.