España experimentó una moderación en su índice de precios al consumidor (IPC) durante el mes de febrero, situando la tasa de variación anual en el 2,8%. Este cambio representa una disminución significativa de seis décimas en comparación con enero, sugiriendo un alivio en la presión inflacionaria que ha afectado a los bolsillos de los consumidores y a la economía en general en los últimos tiempos.
Este descenso en la inflación general se ve acompañado por una ligera disminución en la inflación subyacente, que excluye los elementos volátiles como alimentos no elaborados y productos energéticos, ubicándose en el 3,5%, una décima menos que el mes anterior. Estos indicadores subrayan una tendencia hacia la estabilización de los precios, aunque la inflación subyacente permanece por encima del índice general, lo que indica que los precios de los bienes y servicios menos volátiles siguen creciendo a un ritmo moderado.
Febrero también trajo una variación mensual del IPC general del 0,4%, reforzando la percepción de que, aunque la inflación se modera, los precios continúan en una senda ascendente a un ritmo más controlado. Este movimiento se refleja también en el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), que registró una tasa anual del 2,9%, demostrando una alineación con las tendencias observadas en el IPC general.
Sectores que más influyeron en la disminución de la tasa anual
Analizando más detenidamente los sectores que más influyeron en la disminución de la tasa anual, destaca la vivienda, con una notable caída en su tasa anual del 4,2%, ubicándose en el -2,7% debido principalmente a la disminución de los precios de la electricidad. Este descenso contrasta marcadamente con el aumento registrado en febrero del año pasado, ofreciendo un respiro significativo a los consumidores. En el sector de alimentos y bebidas no alcohólicas, la tasa anual se redujo a 5,3%, la menor desde enero de 2022, gracias principalmente a la caída en los precios de las legumbres, hortalizas y carne.
En contraste, el sector de transporte experimentó un incremento significativo en su tasa, situándola en el 2,4%, impulsada principalmente por el aumento en los precios de carburantes y lubricantes para vehículos personales. Este aumento refleja un cambio respecto a la disminución de precios del mismo mes del año anterior, resaltando los desafíos en el sector energético.
La variación mensual del IPC reveló impactos positivos en varios grupos, siendo el transporte, hoteles, cafés y restaurantes, y ocio y cultura los que más contribuyeron a la subida de precios, mientras que vivienda y vestido y calzado registraron impactos negativos, principalmente debido a la caída de precios en electricidad y las rebajas de invierno, respectivamente.
Tasas anuales por comunidades autónomas
A nivel regional, todas las comunidades autónomas registraron tasas anuales positivas en febrero, con Extremadura liderando con un 3,3% y La Rioja junto con la Comunidad Foral de Navarra en el extremo inferior, ambas con un 2,5%.
El IPC y el IPCA son indicadores cruciales para medir la evolución de los precios de los bienes y servicios consumidos por los hogares, reflejando no solo las condiciones económicas internas sino también proporcionando una base para comparaciones internacionales.
Moderación de la inflación en febrero
Este panorama de moderación de la inflación en febrero abre interrogantes sobre las políticas monetarias y fiscales a seguir, así como sobre el comportamiento del consumo y la inversión en los próximos meses. La disminución de la presión inflacionaria podría influir en las decisiones del Banco Central Europeo respecto a los tipos de interés, así como afectar las expectativas de crecimiento económico y la confianza del consumidor.
Aunque esta tendencia descendente en la inflación proporciona un cierto alivio, hay que vigilar el desarrollo económico, especialmente en lo que respecta a los precios de la energía y los alimentos, que pueden influir significativamente en la tasa de inflación. Asimismo, la evolución de la situación geopolítica y los mercados internacionales seguirán siendo factores determinantes en la trayectoria de la economía española y su inflación.