España ha alcanzado un nuevo récord en el mercado laboral, registrando más de 21 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social en el mes de marzo, destacando un robusto crecimiento en el empleo así como mejoras significativas en la calidad del trabajo.
Este hito marca el mayor número de trabajadores afiliados en la historia de España, impulsado por un aumento de 193.585 nuevos empleos en marzo, reflejando el segundo mejor desempeño para este mes, solo superado por el año anterior. A su vez, el paro disminuyó en 33.405, alcanzando el nivel más bajo desde 2008, según destacaron la ministra Elma Saiz y la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Este notable crecimiento se observó en diversos sectores, siendo la hostelería el más destacado con más del 40% de las nuevas afiliaciones, sumando 81.151 cotizantes y evidenciando un aumento del 6,05% con respecto al mes anterior. Este auge se extendió a casi todos los sectores de actividad, con ajustes para compensar las variaciones estacionales como la coincidencia de la Semana Santa en marzo.
Las mujeres han jugado un papel protagonista en este impulso laboral, representando más de la mitad de los nuevos empleos generados en el último año, con un notable crecimiento en sectores de alto valor como la informática y las comunicaciones, donde se ha observado también una reducción en la contratación temporal. De hecho, desde la implementación de la reforma laboral, España ha visto un aumento de 3,3 millones de contratos indefinidos y una tasa de temporalidad en su nivel más bajo, con solo el 12,7% de los contratos siendo temporales.
Comparativamente, el crecimiento del empleo en España supera al de otras grandes economías europeas, especialmente desde la pandemia y el inicio de la guerra de Ucrania, añadiendo más de 1,6 millones de trabajadores a la Seguridad Social desde antes de la pandemia. Este avance ha sido especialmente significativo entre las mujeres y los jóvenes, quienes han visto las mayores ganancias en empleo y reducciones en el desempleo.
El aumento de la población activa y las mejoras en la calidad del empleo reflejan el impacto positivo de las políticas laborales implementadas en España, destacando un cambio estructural hacia un mercado laboral más robusto y equitativo, con trabajos más estables y de mejor calidad.