La volatilidad del precio del petróleo es algo habitual en los mercados. Este combustible fósil continúa siendo uno de los más importantes, y eso provoca importantes tensiones a nivel global cuando su precio fluctúa demasiado.
Durante el pasado año se produjo una situación anómala en el mercado. Aunque los países de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) abogaron por hacer un recorte en la producción, esta medida no produjo el efecto habitual de subida del precio del conocido como oro negro. Porque la demanda global estaba bajo mínimos por el estancamiento del sector industrial.
A ello se sumó la mayor presencia de otros exportadores en el mercado. Estados Unidos aumentó notablemente su producción, y países como Brasil o Guyana dieron un paso al frente para convertirse en agentes importantes en la producción y exportación de petróleo.
Todo esto provocó que, a finales de 2023, el precio del barril de Brent estuviera por debajo de los 80 dólares, cuando la previsión inicial es que pudiera llegar a superar los 100 dólares. Ahora, la situación parece estar dando un giro.
El precio del petróleo se dispara
Hace apenas una semana el precio del barril de petróleo Brent superaba los 92 dólares, una cifra que no se alcanzaba desde octubre del año pasado.
En lo que va de año, el precio del petróleo ha subido de media un 21% tras el mínimo de 76 dólares marcado en el pasado mes de diciembre. Fenómeno que se produce por la creciente subida de la demanda a medida que la actividad industrial va incrementándose a nivel global. En unos pocos meses, el mercado ha pasado de una situación de exceso de crudo a una situación de déficit del mismo.
La OPEP y sus aliados han decidido mantener su postura de reducir la producción, y Rusia ha confirmado que planifica un nuevo recorte en el bombeo de petróleo hasta dejarlo en nueve millones de barriles diarios para el mes de junio.
En México, otro de los países exportadores, la petrolera Pemex ha confirmado que reducirá su producción en 436.000 barriles diarios.
Los expertos destacan que otro factor que está influyendo en la subida de precio del petróleo es la tensión en Oriente Medio. Aunque el conflicto entre Israel y Hamas no afecta al suministro, esta inestabilidad internacional provoca que el precio del crudo suba. Un ejemplo de ello es que el precio del barril de Brent experimentó un importante repunte tras el ataque a la embajada de Irán en Siria por parte de Israel. En cambio, bajó tras la retirada de Israel de la zona sur de la Franja de Gaza.
Las previsiones para los próximos meses estiman que el precio del barril de crudo estará por encima de los 96 dólares, e incluso que podría llegar a superar los 100 dólares, por efecto de los recortes en la producción y las tensiones geopolíticas a nivel global. Aunque, a pesar de la incertidumbre, las empresas petroleras están manteniendo un desempeño positivo que podría contribuir a estabilizar el mercado.
¿Puede afectar la subida del petróleo a la bajada de los tipos de interés?
La subida del barril de crudo impacta directamente en el bolsillo de los consumidores, haciendo subir los carburantes, lo que a su vez lleva a un incremento de la inflación.
En el caso de España, durante el mes de marzo la gasolina subió un 7,5% y el gasóleo lo hizo un 3,3%, factores que contribuyeron a posicionar la inflación en un 3,2%.
Los analistas destacan que la presión inflacionista puede aumentar ante el repunte del precio del crudo y, si la inflación empieza de nuevo la senda alcista, estaría en riesgo la bajada de tipos de interés que se espera por parte de la Reserva Federal en Estados Unidos y del Banco Central Europeo (BCE) en Europa.
Hace unas semanas, representantes del BCE confirmaron que era pronto para bajar los tipos, que todavía había que esperar un poco más a que la situación se estabilizase. En base a la evolución de la inflación en los últimos meses, los expertos han señalado el mes de junio como la posible fecha en que los intereses comenzarán a bajar. Pero si se mantiene la inestabilidad en el precio del crudo, es posible que la decisión de bajar los tipos de interés tarde algunos meses más en llegar.