La subida del precio de los alimentos ha sido un tema de preocupación para los consumidores en el último año y medio. El aceite llegó a costar en 2023 cerca de un 80% más que el año anterior, y el azúcar experimentó una subida en torno al 40%.
Pero hay otro producto cuyo precio se ha elevado todavía más, se trata del chocolate. El precio del cacao en origen ha aumentado un 135% en el último año, alcanzando niveles que nunca se habían registrado con anterioridad. Con un precio que ha llegado a estar en 10.000 dólares por tonelada. A pesar de la fuerte subida en origen, los aumentos de precio que han llegado al consumidor final han sido bastante moderados.
Las plagas y el cambio climático ponen en jaque al cacao
La razón de ser de la fuerte subida del precio del chocolate no es otra que la bajada de la oferta disponible en el mercado.
África Occidental es el epicentro de la producción mundial de cacao, pero la región está enfrentando importantes problemas para su sector agricultor. Enfermedades como el brote hinchado están dejando la producción bajo mínimos.
A ello se le suma que se está llevando a cabo una importante devastación del terreno para realizar extracción ilegal de oro. Como consecuencia, cada vez queda menos terreno disponible para dedicarlo al cultivo.
El cambio climático también ha influido. Los cambios en las temperaturas y en las precipitaciones están provocando que las cosechas ya no sean tan abundantes como antes.
Como resultado, la producción se queda escasa a la hora de atender a la demanda mundial, y los precios se disparan.
Una oportunidad para América Latina
La mala situación que atraviesa la producción de cacao en Costa de Marfil y Ghana, productores de casi el 60% del cacao que se consume a nivel mundial, supone una oportunidad para algunos países de América Latina.
En Brasil esperan una buena campaña para este año, en la que es posible que se superen las 300.000 toneladas de cacao recolectado. Si las predicciones se cumplen, la cosecha de este año superará en un 10% a la de hace dos años.
En el caso de Colombia, su producción es poco significativa, dedicada casi en exclusiva al mercado interno. Sin embargo, el cacao colombiano está calificado como uno de los mejores del mundo, por lo que se están tomando medidas para incrementar las cosechas. En la actualidad, en Colombia hay unas 60.000 familias dedicadas a la producción de cacao, y se espera que puedan ser más a medida que se va recuperando el cultivo en las zonas en las que las FARC tenía sus plantaciones de coca.
Ecuador es uno de los exportadores mundiales de cacao, pero factores como los incumplimientos de contrato o las constantes fluctuaciones del mercado están dificultando a los productores de cacao ecuatorianos poder cubrir el hueco que los africanos han dejado en el mercado.
República Dominicana, otro de los países donde el cacao tiene una gran importancia para el sector agricultor, también están encontrando dificultades. La producción ha caído en los últimos años como consecuencia de la crisis climática y el aumento de los costes operativos.
¿Cómo afecta la subida del cacao a los consumidores?
Por el momento, los consumidores no han notado demasiado la gran subida de precio que ha experimentado el cacao en origen.
Muchos de los productos de bollería son ahora más caros que hace un año, porque tanto el chocolate como el azúcar han incrementado sus precios. Pero los consumidores no han relacionado de forma estrecha esta subida del producto con el incremento del precio del cacao, porque saben que están en un momento de alta inflación en el que el coste de los alimentos sube de forma constante.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han llevado a cabo un estudio para detectar cómo ha afectado la subida del cacao a los productos de bollería y dulces. Como resultado, se ha llegado a la conclusión de que el Colacao ha subido una media de un 9% en un lapso de seis meses. Las galletas Oreo lo han hecho un 7%, y los Donettes de chocolate un 6%.
La conclusión a la que se ha llegado es que los productos que llevan chocolate han experimentado incrementos de precio que no son muy superiores a los de otros productos que no lo llevan. Esto se explica porque todavía está comercializándose el stock de cacao de campañas anteriores, cuando la producción fue más elevada.