El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha presentado su nuevo informe de vigilancia fiscal. En él recoge un empeoramiento de la previsión de déficit para España a lo largo de este año, con respecto a lo que vaticinó en su informe del mes de octubre de 2023.
El FMI destaca que la celebración de elecciones en muchos países a lo largo de este año, supone un riesgo de desviación fiscal para muchas economías. Y destaca la necesidad de las economías más avanzadas de centrarse en contener el gasto de las pensiones y el gasto en salud que está asociado con el envejecimiento progresivo de la población.
Mejoras en las cuentas públicas en 2023
El conjunto de las Administraciones Públicas españolas cerró el año pasado con un déficit del 3,66% del PIB, con un total de 53.556 millones de euros. Cifra que supone una reducción de más de 10.000 millones de euros con respecto al resultado de 2022 (un 16% menos).
Esto fue posible gracias al impulso a la transformación del tejido productivo a través de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y al fuerte crecimiento del empleo.
2023 fue el cuarto año en que España obtuvo unos resultados que mejoraba las tasas previstas en el Programa de Estabilidad y es que, según la previsión de la Comisión Europea, el déficit español en 2023 estaría en torno a un 3,9%.
El pronóstico del FMI para este año empeora ligeramente la previsión hecha hace unos meses. A juicio de este organismo internacional, el país cerrará el ejercicio de 2024 con un déficit del 3,1%, lo que supone una décima más que la pronosticada anteriormente.
El informe sitúa el déficit de 2025 en un 3%, el de 2026 en un 3,2% y el de 2027 en un 3,3%. Mientras que en 2028 y 2029 volvería al 3%. Esto implica que, durante unos años, España no cumpliría con el objetivo de déficit marcado por la Unión Europea, que no debe rebasar el 3% del PIB.
La deuda pública podría subir
También en su informe, el FMI analiza la situación de la deuda pública española y eleva su previsión para este año hasta un 106,3% del PIB, cuando en octubre de 2023 hablaba de un 104,7%.
Los responsables de la entidad señalan que la deuda es alta, a pesar de que en los últimos años ha experimentado una tendencia a la baja.
Vitor Gaspar, director del Departamento de Asuntos Presupuestarios del FMI, ha declarado que “a pesar de la mejora de las finanzas públicas, la deuda pública sigue siendo elevada y se prevé que se estabilice en un nivel alto de alrededor del 104% del PIB para 2029”.
El ejecutivo cree que la expectativa de reducción anual de la deuda pública de 0,6 puntos porcentuales del PIB que tiene el FMI para España, es un “ajuste manejable”.
Aunque se prevé un incremento tanto del déficit como de la deuda pública, España se posiciona, según los informes del Fondo Monetario Internacional, como la economía del grupo de las cuatro economías más fuertes de la zona euro que más va a crecer este año. Hasta un 1,9%.
La inflación y el desempleo como retos
En términos de inflación, aunque el año pasado España se mantuvo durante muchos meses en el ranking de los estados europeos con la inflación más baja, es previsible que cierre el año con un incremento de precios ligeramente superior al de los vecinos europeos, en torno a un 2,4%.
El FMI prevé que la tendencia de precios altos continuará este año y a lo largo de 2025, pero luego se ajustará. Aunque estas previsiones dependen en gran medida de cómo evolucionen las tensiones y conflictos geopolíticos que se han desatado en los últimos tiempos.
El otro gran reto que destaca el FMI es la bajada de la tasa de desempleo. Según las previsiones, el paro se mantendrá en niveles bastante elevados, por encima del 11%, hasta el 2029 como mínimo. Mientras que en la zona euro la tasa media de desempleo se estima en un 6,5% en los próximos años. Por eso, desde la institución destacan la necesidad de abordar reformas estructurales profundas del mercado laboral.