Vincular el bienestar con las finanzas no es nada extraño. Para la mayoría de las personas, existe una estrecha relación entre ambos conceptos. No es que crean que no se puede ser feliz sin dinero, pero son conscientes de que tener la capacidad económica suficiente para poder hacer frente a sus necesidades vitales, reduce sus niveles de estrés y les reporta tranquilidad.
Esta creencia ha dado lugar a lo que se conoce como wellness financiero. Se trata de la relación que existe entre el estado general de salud y bienestar y las finanzas personales.
Para alcanzar este estado, es necesario que las personas tengan una comprensión clara de sus finanzas y sean capaces de gestionar de forma eficaz sus ingresos y sus gastos. Manteniendo en equilibrio su presupuesto, ahorrando y realizando inversiones que les permitan enfrentar posibles situaciones económicas adversas en el futuro.
Según los expertos, al reducir el estrés relacionado con el dinero y la planificación económica a largo plazo, las personas empiezan a sentirse mejor a nivel anímico y se sienten más felices y satisfechas con su vida.
El origen del wellness financiero
No es posible encontrar un origen concreto para esta corriente de pensamiento, pero sus raíces derivan de la creciente conciencia que están tomando las personas sobre la importancia que tiene la salud financiera en su calidad de vida.
Esto se debe a los acontecimientos de los últimos años. Tras la crisis financiera global de 2008 y la crisis inflacionista que se extiende desde hace ya dos años, las personas son más conscientes de que deben administrar mejor sus recursos, y estar preparadas para los tiempos difíciles.
La tecnología también ha influido en la expansión de esta filosofía. El acceso a servicios financieros online y el auge de las fintech permiten tener un mayor conocimiento de los recursos de los que se dispone en cada momento y de la forma en que se gasta el dinero.
Con un acceso cada vez más sencillo a la información y la educación financiera, ya no es necesario ser un experto para tomar el control de las finanzas propias. La facultad de administrar de la forma más eficiente posible los ingresos y los gastos, está ahora al alcance de la mano de gran parte de la población.
¿Qué beneficios ofrece el wellness financiero?
Los especialistas destacan que tomar conciencia de la importancia que tiene el equilibrio económico en la vida de las personas reporta diferentes ventajas.
La primera de ellas es que se reduce el conocido como estrés o ansiedad financiera. Permitiendo una mayor tranquilidad y reduciendo problemas como el insomnio.
Por otro lado, cuando las personas pueden afrontar la gestión de sus finanzas sin nerviosismo, son capaces de definir mejor sus metas y tomar decisiones informadas que les ayuden a alcanzarlas.
A largo plazo esto lleva a una situación de estabilidad financiera que reporta todavía más serenidad. Al tener la seguridad de que se cuenta con un “colchón” suficiente como para poder hacer frente a emergencias o a episodios de incertidumbre económica como los de los últimos años.
Todo esto aporta más libertad y flexibilidad a la hora de tomar decisiones. Y es que está demostrado que quienes se sienten seguros con respecto a sus finanzas tienen menos miedo a la hora de decidirse a emprender un negocio, a dedicar más tiempo al ocio y menos al trabajo, e incluso a cambiar de empleo.
5 claves del wellness financiero
Para alcanzar un estado de bienestar financiero que se traduzca en un bienestar a nivel emocional y físico, los expertos aconsejan seguir unos sencillos consejos.
Aprender sobre finanzas
No se trata de volverse un especialista en la materia, pero sí es importante manejar conceptos básicos asociados a las finanzas personales. Por ejemplo, saber qué son las Letras del Tesoro o cómo funciona el interés compuesto. Porque esta información puede ayudar a tomar mejores decisiones.
Fijar un presupuesto
El punto de partida para todo aquel que desee poner en orden sus finanzas es elaborar un presupuesto detallado. Un documento que recoja todos los ingresos mensuales de la unidad familiar y los gastos.
A partir de él resulta sencillo empezar a trazar un plan de ahorro que permita obtener fondos que se pueden destinar a metas financieras más importantes.
Convertir el ahorro en un hábito
El nivel de ahorro de las familias españolas se mantiene en un término medio. Se estima que un 22% de los hogares solo pueden ahorrar entre cero y 100 euros al mes. El 20% consigue ahorrar hasta 200 euros, un 19% es capaz de ahorrar hasta 400 euros mensuales, y un 17% puede destinar al ahorro algo más de 400 euros cada mes.
Sin embargo, el hábito de ahorro no está demasiado extendido, y muchas personas solo ahorran lo que les sobra a final de mes. Para los expertos, esto es un error. Si se busca formar parte de la corriente del wellness financiero, hay que convertir el ahorro en un hábito, prácticamente en una obligación.
Lo que se recomienda en estos casos es retirar de la cuenta corriente a principio de mes la cantidad que se ha decidido que se va a ahorrar, como si se tratara de un gasto más. De esta manera, aunque solo se pueda ahorrar un poco, está garantizado que mes a mes sube la cantidad ahorrada.
Reducir las deudas
Para poder ahorrar más, la reducción de deudas debe convertirse en algo prioritario. En este sentido, los especialistas aconsejan no usar tarjetas de crédito, e intentar destinar todos los recursos posibles al pago de las deudas para liquidarlas lo antes posible.
Vivir dentro de sus posibilidades
En última instancia, los expertos recomiendan que cada persona se centre en vivir dentro de sus posibilidades. Gastando de forma responsable según el nivel de ingresos que se tiene, y es que solo así resulta posible mantener la estabilidad financiera a largo plazo.
Incorporar estas claves de wellness financiero en el día a día puede ayudar a avanzar poco a poco hacia una situación financiera más saludable y satisfactoria. En este sentido, los defensores de esta corriente señalan que alcanzar el bienestar financiero no requiere de tener muchos recursos económicos, sino de emplearlos de la forma más eficiente posible. Si se hace bien, la presión asociada a los problemas de dinero puede disminuir de forma notable, contribuyendo así al bienestar y la paz mental de las personas.