Hace unos meses las previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para España durante el primer trimestre del año se situaban en un 0,4%. Pero los resultados han acabado siendo más positivos de lo esperado.
Según el avance publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el PIB ha crecido un 0,7% en el primer trimestre del año. A nivel intertrimestral el crecimiento ha sido del 0,6%, lo que también está por encima de lo previsto. En términos anuales, la economía española ha crecido un 2,4%.
Destaca especialmente el papel de la demanda externa, que ha aportado 0,5 puntos al crecimiento del PIB, a pesar de la situación de desaceleración que atraviesa el conjunto de la economía europea.
Casi todas las variables han sido positivas
Los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicados por el INE ponen de relieve que la práctica totalidad de las variables tenidas en cuenta para calcular el PIB han sido positivas.
La demanda interna ha crecido un 0,2%, mientras que las exportaciones han aportado un 0,5% del PIB. Por agregados de demanda, el gasto en consumo final de los hogares creció entre enero y marzo un 0,3%, y el de las Administraciones Públicas se redujo un 1%.
También se aprecia un crecimiento del número de horas trabajadas en cómputo anual. Las horas efectivamente trabajadas han aumentado un 1,3% interanual a lo largo del primer trimestre, lo que supone un punto menos que en el trimestre precedente. En términos intertrimestrales la variación ha sido negativa, de un -0,3%.
El empleo ha mostrado un comportamiento similar, con un incremento interanual del 3,4% de los contratos a tiempo completo. Por su parte, la formación bruta de capital, que equivale a la inversión, ha experimentado una variación del 1,3%.
Por sectores, la construcción vuelve a destacar dentro del sistema productivo, seguido por sectores como el de la maquinaria, los bienes de equipo, los sistemas de armamento y los recursos biológicos cultivados. Los que han experimentado una caída han sido los productos relacionados con la propiedad intelectual, con un descenso del 0,3%.
Un crecimiento más rápido que el del resto de Europa
España sigue manteniendo un ritmo de crecimiento más rápido que el resto de sus socios europeos. La economía española ya fue durante 2023 una de las impulsoras del crecimiento en la zona euro, y se prevé que lo siga siendo a lo largo de 2024 y también en 2025.
El fuerte peso que tiene el turismo en la economía, un sector que ha resurgido con mucha fuerza tras la pandemia, y una industria especializada, están permitiendo un crecimiento económico por encima del esperado.
Hace unos meses el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró su previsión de crecimiento para España de cara a este año, elevándola hasta el 1,9%. También la Cámara de Comercio de España ha mejorado sus estimaciones de crecimiento, elevándolas hasta un 2%, que es cuatro décimas más de lo que calculó el pasado mes de noviembre. En el caso de BBVA Research, la revisión al alza en el PIB se ha hecho desde el 1,5% vaticinado anteriormente al 2,1% anunciado hace unos días.
La resiliencia del comercio exterior español
A pesar de la bajada de la demanda a nivel internacional, las exportaciones españolas continúan mostrando un buen comportamiento y contribuyendo de forma positiva al crecimiento del PIB.
Durante 2023 el déficit comercial se redujo en más de un 40%, y las exportaciones de bienes superaron los 383.688 millones de euros. Situándose así muy cerca del objetivo de 400.000 millones de euros que establece la Estrategia de Internacionalización de la Economía Española para el período 2017-2027.
Durante el año pasado las exportaciones experimentaron una caída del 1,4% con respecto a 2022, pero el valor de las mismas superó a las realizadas durante el año anterior.
Xiana Méndez, Secretaria de Estado de Comercio, ha señalado que “el sector exterior ha tenido un papel fundamental en la recuperación de la economía española tras la pandemia y ha mostrado gran resiliencia frente a los shocks externos como la guerra en Ucrania o el conflicto en Gaza. La evolución del sector exterior de bienes en España está siendo mejor que la del conjunto de la UE-27 y la zona euro, lo que muestra la competitividad de las empresas españolas, con un fuerte posicionamiento en los mercados internacionales”.