jueves, noviembre 21, 2024
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La rigidez salarial impacta negativamente en el empleo

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Numerosos estudios han puesto de relieve que existe una relación directa entre la rigidez salarial y la destrucción de empleo. El último de ellos ha sido elaborado por el Banco de España, y sus conclusiones señalan qué, al recortarse el margen que tienen las empresas para adaptarse a la evolución real de la economía, se puede incrementar el ritmo de despidos.

Esta situación no es nueva, ya se apreció en la crisis de 2008. Entre los años 2008 y 2010 los salarios subieron en España, pero en esa época también se destruyeron más de un millón de puestos de trabajo cada año.

Esto sucedió porque en 2008 la mayoría de los trabajadores estaban sujetos a convenios colectivos de nivel provincial que se habían firmado durante los años de expansión económica. Estas normas preveían aumentos progresivos de salario que tuvieron que aplicarse en un momento en el que la situación económica había cambiado drásticamente. Lo cual disparó los costes laborales de las empresas y produjo como efecto directo un incremento del desempleo.

El Banco de España ya advirtió en ese momento que, los trabajadores amparados por un convenio colectivo firmado tras el comienzo de la crisis, que prevía subidas salariales más moderadas, tenían más posibilidades de conservar su trabajo que aquellos a los que se les aplicaba un convenio firmado antes de 2008.

Más de 15 años después de una de las crisis económicas y financieras más graves que se recuerdan, ahora el Banco de España vuelve a establecer una relación directa entre rigidez salarial y descenso en los niveles de empleo.

¿Qué es la rigidez salarial?

Este concepto económico se refiere a la tendencia que tienen los salarios a no ajustarse fácilmente a los cambios que se producen en el mercado laboral. 

En España, los salarios se negocian a través de convenios colectivos que permanecen en vigor durante varios años, y eso dificulta la adaptación a las condiciones económicas de cada momento.

Si en 2008 los convenios obligaban a empresas en apuros económicos a subir los salarios, en los dos últimos años los trabajadores han visto reducirse su poder adquisitivo, porque la subida salarial prevista estaba por debajo del incremento registrado por la inflación. En ambos casos se puede apreciar una falta de adaptación entre los salarios y la realidad económica.

Factores que contribuyen a la rigidez salarial

Es común que los convenios colectivos contengan mínimos salariales, beneficios sociales y condiciones que limitan la flexibilidad de los empleadores a la hora de ajustar los salarios según las condiciones del mercado. Pero también algunos contratos contienen estipulaciones sobre el aumento salarial basado en factores como la antigüedad o el rendimiento.

Otro factor que influye en la rigidez salarial es la dificultad que supone la negociación entre empresarios y representantes de los trabajadores. La cual implica cumplir con ciertos trámites burocráticos y tiene un coste en tiempo y en dinero que, con frecuencia, desincentiva que los empleadores opten por la negociación si ven que es necesario ajustar los salarios a la realidad económica del momento.

La relación entre la rigidez salarial y el empleo

Especialmente en épocas de crisis o cuando hay cambios estructurales importantes en la economía, la rigidez salarial puede tener implicaciones negativas en el empleo.

Un mercado laboral es flexible cuando los salarios se pueden ajustar rápidamente ante una disminución en la demanda de bienes y servicios. Sin embargo, la mayoría de los mercados de trabajo a nivel mundial muestran cierto grado de inflexibilidad, a fin de proteger a los trabajadores.

Para los expertos, el lado bueno de la rigidez laboral es que salvaguarda los derechos económicos de los empleados por cuenta ajena. El lado menos positivo es que un exceso de rigidez salarial puede provocar un incremento de los costes laborales en un momento en el que para las empresas es complicado asumir más gastos.

Cuando las empresas no pueden ajustar los salarios o la baja o, al menos, mantenerlos estables, la solución que suelen adoptar es la reducción de la fuerza laboral como medida para controlar sus costes. Esto es justo lo que ocurrió durante la crisis que arrancó en 2008, que elevó las tasas de desempleo en España hasta cifras nunca antes vistas.

Incluso si la destrucción de empleo se mantiene en un nivel moderado, la rigidez salarial impacta negativamente en el mercado laboral, porque las empresas se muestran reacias a hacer nuevas contrataciones cuando los costes laborales están en aumento. Una situación que, a la vez, ralentiza la recuperación económica del país.

En el momento actual, en el que las empresas están abordando un proceso de digitalización y automatización, algunos especialistas ven en el exceso de rigidez salarial una dificultad a la hora de conseguir la adaptación de los negocios a las nuevas condiciones. Si les resulta complicado ajustar las nuevas estructuras de costos, lo más probable es que acaben recurriendo a una de las soluciones más sencillas y rápidas, que son los despidos.

Otro de los efectos que reflejan los estudios llevados a cabo, es que se produce un desajuste en el mercado laboral. En el caso de sectores con salarios demasiado rígidos, siempre suele haber exceso de oferta de trabajadores. En cambio, en los sectores en los que se aplica una mayor flexibilidad en la remuneración, la demanda de trabajo suele ser más baja, lo que da lugar a problemas de escasez de mano de obra.

Políticas para mitigar los efectos negativos de la rigidez salarial

En 2023 patronal y sindicatos desbloquearon un nuevo acuerdo de negociación colectiva y pactaron subidas salariales del 4% para ese año, y del 3% para 2024 y 2025, con el objetivo de que los trabajadores recuperasen el poder adquisitivo que estaban perdiendo como consecuencia de los altos niveles de inflación.

Este es un ejemplo de lo que se puede hacer para solucionar los efectos de un exceso de rigidez salarial, ya que la negociación colectiva se perfila como la mejor forma de encontrar el equilibrio entre los intereses empresariales y la protección a los derechos de los trabajadores. 

Entre las medidas que proponen los expertos, también está la puesta en marcha de políticas que fomenten la flexibilidad salarial. Por ejemplo, limitando todavía más la ultraactividad de los convenios colectivos, para que estas normas no permanezcan en vigor un lapso de tiempo tan largo que haga que las medidas salariales pactadas ya no tengan nada que ver con la realidad económica del momento.

Otra alternativa es potenciar los programas de capacitación y de oportunidades de reciclaje profesional de los trabajadores, para ayudarles a transitar hacia un nuevo rol o sector profesional en caso de perder su empleo.

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