El pasado 12 de junio, la Comisión Europea anunciaba su intención de imponer aranceles a los coches eléctricos procedentes de China a partir del próximo 4 de julio. Aranceles que oscilarán entre el 10% y el 38,1%, según el caso.
La decisión del Ejecutivo europeo se debe a que una investigación ha puesto de relieve que desde el Gobierno chino se están dando ayudas de diferente tipo a las empresas vinculadas directa e indirectamente con la fabricación de vehículos eléctricos. Lo que permite a los fabricantes de este país poner en el mercado internacional coches eléctricos a un precio mucho más bajo que las marcas europeas y norteamericanas. Precisamente por ello, Estados Unidos también ha reforzado su política arancelaria a este tipo de productos, con una tasa que ya está en el 100%.
Una producción ajustada a la demanda
Mientras la Unión Europea acusa a China de estar preparándose para “inundar” el mercado con sus coches eléctricos baratos, el primer ministro chino ha negado tal acusación.
Durante su intervención en el Foro Económico Mundial de Dalian, Li Qiang, ha manifestado que “la producción china de coches eléctricos de última generación, baterías de iones de litio y productos fotovoltaicos, satisface en primer lugar nuestra demanda interna, pero también enriquece la oferta mundial. El rápido ascenso de las nuevas industrias chinas tiene su origen en nuestras propias ventajas comparativas únicas”.
El Gobierno chino ha rechazado las acusaciones llegadas desde Europa y Estados Unidos que hablan de un exceso de capacidad productiva y de que sus empresas se benefician de subvenciones que les aportan una ventaja desleal en el mercado.
Las autoridades chinas han destacado que la decisión de otros Estados de adoptar medidas proteccionistas, puede afectar a los planes de electrificación de la movilidad. Por otro lado, China ha confirmado que va a abrir una investigación a las importaciones de carne de cerdo desde los Estados miembros de la Unión Europa hasta su territorio, para detectar posibles irregularidades y tomar medidas si es necesario.
China intenta persuadir a Alemania
No todos los países de la UE se han mostrado partidarios de aplicar aranceles a los coches eléctricos chinos. Alemania es una de las que se ha opuesto, y China ha aprovechado esta situación para ofrecer un acuerdo.
Wang Wentao, ministro de comercio de China, se ha reunido con el ministro de Economía alemán y le ha propuesto una rebaja en los aranceles aplicados a los vehículos de fabricantes alemanes, si consigue que la Unión Europea dé marcha atrás en su decisión.
Por su parte, el ministro de Economía alemán ha respaldado la medida europea, y ha señalado que los aranceles no son un castigo, sino un ajuste necesario para que todas los fabricantes de vehículos eléctricos puedan operar en el mercado en igualdad de condiciones.
Al margen de este encuentro, las autoridades europeas y chinas intentan alcanzar un acuerdo que pueda ser beneficioso para todos los implicados. Wentao y Valdis Dombrovskis (vicepresidente de la Comisión Europea), se han reunido ya mediante videoconferencia, con el objetivo de abrir un período de consultas sobre los aranceles e intentar pactar una solución.
Los coches chinos ganan presencia en el mercado español
A la espera de cómo se resuelva este conflicto comercial, los coches chinos continúan abriéndose paso en el mercado europeo. En el caso de España, las firmas chinas representan el 4% del mercado, tras el impulso de MG, que vendió 30.000 unidades en 2023. Una cifra que se espera que se supere a lo largo de este año.
En tres años, las marcas chinas han pasado de tener una cuota de mercado inferior al 1%, a cuadruplicar su presencia en el mercado.
Por el momento, las marcas chinas solo tenían en España una red de ventas, pero Chery ha adquirido las antiguas instalaciones de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, y va a empezar a fabricar aquí modelos eléctricos como el Omoda 5.
Los fabricantes que no cuentan con factorías en territorio español, escogen los puertos de Ferrol, Vigo, Barcelona y Valencia para hacer llegar sus coches. El de mayor peso es el puerto de Barcelona, por el que entran el 83% de los coches chinos que se venden en el mercado español.
En el caso del puerto de Ferrol, se ha convertido en una infraestructura estratégica para Arcfox, la marca de alta gama de coches eléctricos de BAIC, que ha instalado en el puerto exterior un centro logístico que se encarga de recibir los contenedores que llegan desde China, y enviar los vehículos desde allí al resto de Europa.