El mercado de trabajo español ha mostrado un crecimiento positivo en los últimos años, reduciendo las cifras de paro a niveles que no se registraban desde 2008. A pesar de ello, la “Encuesta de Fuerza Laboral” realizada por Eurostat, refleja que se está desperdiciando el 20,1% de la fuerza laboral, lo que equivale a 5,1 millones de personas que no están trabajando, cuando podrían hacerlo.
Aunque este es el porcentaje más bajo para España dentro de la serie histórica, la cifra continúa estando muy por encima de la media europea, que es de un 12%.
Mejora continuada del mercado laboral
En abril, la Seguridad Social superó por primera vez en su historia los 21 millones de afiliados. Cifra que en el mes de mayo estuvo por encima de los 21,3 millones de afiliados.
El paro lleva varios meses seguidos demostrando una tendencia a la baja. De hecho, la cifra de abril fue la mejor desde septiembre de 2008, con una bajada del 2,2% con respecto a los datos del mes de marzo.
En comparación interanual, el empleo creció en abril un 2,4% con respecto al mismo mes de 2023, con un total de 486.516 nuevos contratos.
De cara a este verano, las previsiones de las agencias de colocación estiman un crecimiento del empleo del 15% con respecto a la campaña del año pasado, impulsado especialmente por el turismo y la hostelería, que necesitan más empleados para hacer frente a la afluencia récord de turistas nacionales y extranjeros que se espera.
Se sigue desperdiciando fuerza laboral
La “Encuesta de Fuerza Laboral” se lleva a cabo de manera anual en toda Europa. Según los datos de 2023, el año pasado había en España 2,94 millones de parados. A estos se suma otro 1,04 millón de personas que no tenían trabajo, pero que no cumplían los requisitos para ser consideradas como paradas.
La encuesta mide la holgura laboral, que es una métrica que tiene en cuenta el volumen real de mano de obra que está disponible en un país. Por lo que resulta más completa que el concepto de población activa, que solo recoge datos de los ocupados y parados en sentido estricto (personas sin empleo que lo buscan de forma activa y están disponibles para trabajar).
La tasa de holgura laboral define el porcentaje total de personas que podrían estar trabajando y no lo están haciendo, y los que tienen un trabajo a tiempo parcial pero desearían uno a tiempo completo.
El resultado es que España está desperdiciando el 20,1% de la mano de obra que tiene disponible. Esta cifra marca el mínimo en la serie histórica y supone una mejora significativa con respecto a los datos de años anteriores.
La tasa de holgura laboral más alta se alcanzó en 2013, con un 36,6%. Desde entonces, ha habido un descenso paulatino y, aunque la tasa volvió a subir durante 2020 por la pandemia, la aprobación de la reforma laboral en 2022 consiguió rebajarla de nuevo.
Habitualmente, tener una mayor holgura laboral implica una cierta ventaja competitiva sobre mercados en los que hay mayor tensión entre la oferta y la demanda de trabajadores. Sin embargo, esto no ocurre en España. El país tiene una de las menores tasas de vacantes de empleo de la Unión Europea (47 puestos ofertados por cada 1.000 parados al cierre de 2023), lo que hace que una elevada tasa de holgura laboral sea un síntoma de que el mercado laboral es incapaz de absorber la mano de obra disponible.
A pesar de ello, desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se están flexibilizando los requisitos para permitir la contratación de profesionales de fuera de la Unión Europea. Una medida que contrasta con la opinión de las asociaciones empresariales y algunos sectores del propio Gobierno.
Yolanda Díaz, Ministra de Trabajo, ha manifestado que no le ve mucho sentido a esta estrategia de captar talento en el extranjero, cuando la tasa de paro de las personas que ya están establecidas en España se mantiene en torno al 12%, y una quinta parte de esos parados son extranjeros.
Por el momento, las medidas al respecto no están dando buenos resultados. Tras la apertura del catálogo de ocupaciones de difícil cobertura para puestos en la construcción, solo se contrataron 250 trabajadores foráneos, cuando el número de vacantes disponibles está en torno a las 700.000.
Desde el Ministerio de Migraciones creen que la complejidad burocrática está disuadiendo a las empresas de utilizar este tipo de mecanismos y, precisamente por ello, quieren simplificar los trámites para la contratación de extranjeros.