La ola de calor que va a atravesar gran parte del país durante los próximos días va a disparar los termómetros por encima de los 40º C, y también el consumo eléctrico de hogares y empresas por el uso de la climatización.
De media, en estos episodios de calor extremo se consume un 6% más de energía, especialmente durante las horas centrales del día.
Aunque los precios de la electricidad se han moderado en los últimos meses, en las últimas semanas se están registrando alzas, como es habitual durante el verano. Para hoy, 18 de julio, se estima que el coste promedio puede alcanzar los 162,1 euros por megavatio hora (según datos de Red Eléctrica de España), cifra que hasta el momento es el máximo registrado en este mes de julio. Por eso, los especialistas aconsejan tomar medidas para intentar reducir en lo posible la factura energética en estos días de ola de calor.
Reducir la entrada de calor en casa
La mejor forma de hacerlo es bajar las persianas y los toldos a primera hora de la mañana, antes de que el sol empiece a incidir con fuerza, y dejarlas así hasta última hora de la tarde.
También es conveniente que las ventanas permanezcan cerradas durante el día y las cortinas echadas, para intentar minimizar todo lo posible el acceso de calor a la vivienda.
Utilizar ventiladores
Los ventiladores de techo y los de pie ayudan a potenciar la circulación del aire en las estancias, bajando la temperatura unos grados, y su consumo energético está por debajo del de los aparatos de aire acondicionado.
Programar el aire acondicionado
Estos días algunas regiones van a experimentar noches tropicales (las temperaturas no bajan de 20º C) y otras noches ecuatoriales (con temperaturas que no bajan de los 25º C), conciliar el sueño con tanto calor puede ser complicado, por lo que es común recurrir al aire acondicionado.
Para evitar un consumo energético excesivo y los resfriados asociados a estar expuestos mucho tiempo al aire frío, lo que aconsejan los expertos es programar el aire acondicionado. Se enciende una media hora o 45 minutos antes de ir a dormir, para que la habitación esté fresca, y se programa para que se apague una hora o dos después de meterse en la cama. Así, en el momento de acostarse la temperatura es fresca y el calor no supone un problema para descansar.
Reducir las fuentes de calor intensas
Apagar luces innecesarias no solo es una forma de ahorrar energía, también es útil a la hora de reducir el calor dentro de las casas.
Además, se recomienda limitar el uso de electrodomésticos que generen calor como la aspiradora, los hornos y las secadoras. En caso de tener que utilizarlos, mejor hacerlo a última hora de la tarde, cuando las temperaturas ya hayan descendido un poco, y procurando mantener las ventanas abiertas para que ese calor extra no se acumule dentro del inmueble
Controlar la temperatura del aire acondicionado
La temperatura a la que funciona el aire acondicionado influye de manera directa en la factura eléctrica. Aunque en el exterior las temperaturas pueden superar los 40º C en algunas zonas, en interior la temperatura nunca debería estar por debajo de los 24º C.
Se considera como una temperatura saludable y eficiente desde el punto de vista energético la que se mantiene entre 24º y 26º C. Esto es suficiente para aportar sensación de frescura y que la factura energética no se dispare demasiado.
Para una mayor eficiencia, antes de encender el aparato hay que asegurarse de que no hay puntos de fuga, que todas las puertas y ventanas están bien cerradas.
Hacer un buen mantenimiento del aparato de aire acondicionado
Durante la ola de calor los aparatos de climatización están sometidos a una mayor exigencia, y es entonces cuando se pueden detectar fallos en su eficiencia. Para que esto no suceda y no tener que bajar la temperatura por debajo de los 24º C para alcanzar el confort térmico, lo que se recomienda es hacer un buen mantenimiento de la unidad interior y exterior.
Hay que revisar periódicamente la unidad exterior, eliminando los restos de polvo y suciedad que se hayan acumulado en la parte delantera y trasera, y que estén impidiendo una correcta circulación del aire. En la medida de lo posible, hay que evitar que el aparato esté expuesto al sol durante muchas horas.
En cuanto a la unidad interior, es importante retirar el filtro y limpiarlo bien para eliminar las partículas que pueda tener acumuladas.
Este sencillo mantenimiento consigue que el aparato sea más eficiente a la hora de suministrar aire frío a las estancias y no haya que recurrir a bajar la temperatura por debajo de lo recomendado para disfrutar de un ambiente agradable.