La división de Viajeros de Renfe, que integra todos los servicios ferroviarios de pasajeros que oferta la operadora pública, ha dado a conocer que la entidad pública empresarial mantuvo en 2023 una tendencia hacia las pérdidas que ya se había registrado en 2022, y ello a pesar de que ha aumentado la cuantía percibida por parte del Estado a modo de subvenciones y que se ha incrementado el número de viajeros.
Si en 2022 se registraron unas pérdidas de 51 millones de euros, al final de 2023 el balance reflejaba unas pérdidas de 65 millones de euros.
El año pasado, Renfe redujo los gastos de explotación en 97 millones de euros (situándose en 2.576 millones) por la bajada del precio de la energía, pero aumentó sus gastos de personal en 40 millones, hasta llegar a los 691 millones de euros.
Más viajeros, pero menos rentabilidad
Durante 2023, el número de viajeros transportados por los diferentes servicios ferroviarios prestados por Renfe creció un 19,6% en comparación interanual, hasta llegar a los 523,1 millones. Una cifra que se sitúa cerca del récord conseguido en 2006, cuando se movilizaron 528 millones de viajeros.
Los trenes de alta velocidad y de larga distancia transportaron el año pasado un 2,5% más de pasajeros que en 2022, un total de 30,8 millones, pero los ingresos por este servicio disminuyeron en 61,3 millones de euros.
Desde Renfe, acusan de estos datos a la dura competencia que suponen las compañías “low cost” Iryo y Ouigo. La operadora pública de servicios ferroviarios ha tenido que ajustar a la baja el precio de sus asientos para no perder cuota de mercado, lo que le ha llevado a perder un 6,9% del ingreso medio por viajero.
Óscar Puente, Ministro de Transportes, ha acusado en más de una ocasión a Ouigo de hacer “dumping”, vendiendo billetes por debajo del precio de coste. Algo a lo que la empresa francesa ha respondido incrementando todavía más sus ofertas.
Según los datos que constan el Registro Mercantil, la empresa ferroviaria francesa especializada en alta velocidad acumula 95 millones de euros en pérdidas en sus tres primeros años de operación en España, pero la compañía ha asegurado que espera ser rentable pronto.
Debido a la puesta en marcha de los programas de gratuidad de los Cercanías y Media Distancia, la bonificación de los trenes Avant y las bonificaciones del Verano Joven, durante 2023 un total de 85 millones de personas utilizaron estos servicios, un 20,9% más que en el año anterior. Los ingresos por las ventas de estos títulos de transporte cayeron un 41,9%, el equivalente a 231,3 millones de euros, que se compensaron con una subvención estatal de 606,9 millones de euros.
La filial de Mercancías es la menos rentable
Las cuentas anuales ponen de relieve que la filial menos rentable de Rente es la de Mercancías, que un año más volvió a acumular pérdidas, en este caso por valor de 36,1 millones de euros.
Creció el tráfico de automóviles casi un 7%, pero se produjo una contracción cercana al 12% del transporte intermodal, del 16,5% de los productos siderúrgicos y del 8,8% en el multiproducto. En líneas generales, los trenes de mercancías de Renfe movieron un 21,4% menos de contenedores que en 2022 y las toneladas transportadas se redujeron un 19,4%.
Renfe Mercancías suma una década en números rojos, y se está a la espera del avance de las negociaciones con la naviera MSC, que ha sido elegida como socia para reflotar el negocio.
Renfe Mercancía reporta un fondo de maniobra negativo de 195,7 millones de euros y un patrimonio neto negativo de 23 millones. Continúa a flote porque a finales de 2022 la dirección de Renfe aprobó un préstamo participativo de 61,2 millones de euros que se prorrogó el año pasado para evitar su disolución.
El “Rosco” sí muestra resultados positivos
La subsidiaria Rolling Stock Leasing Companies, conocida como “Rosco”, dedicada al alquiler de material ferroviario que Renfe tiene en desuso, ha sido la única cuyos resultados de 2023 son positivos. La compañía ganó algo más de 4 millones de euros, unos 200.000 más que en el año anterior.
Otras divisiones como las de Proyectos Internacionales y la de Ingeniería y Mantenimiento también reflejan pérdidas. Proyectos Internacionales perdió 947.000 euros en su primer año de actividad, mientras que Ingeniería y Mantenimiento reflejó unas pérdidas de 12,2 millones de euros.