La Oficina de Análisis Económico del Gobierno de Estados Unidos (BEA) ha publicado una primera estimación sobre el Producto Interior Bruto (PIB) del país durante el segundo trimestre del año. Este informe anticipa un crecimiento del 2,8 % en comparación interanual, cifra que supera al 2 % que habían previsto los expertos.
El aumento del consumo interno por parte de los hogares es uno de los factores que más han influido en el crecimiento económico obtenido entre los meses de abril, mayo y junio.
Crecimiento del 0,7 %
A lo largo del segundo trimestre la economía estadounidense ha crecido un 0,7 %, lo que supone tres décimas más que durante el primer trimestre, marcando un ritmo de crecimiento anual del 2,8 % en comparación con el mismo período de 2023.
La cifra aportada por el BEA es provisional y está pendiente de dos revisiones antes de llegar a ser definitiva, pero anticipa que la economía de Estados Unidos está creciendo por encima de las previsiones.
El consumo interno ha sido un motor clave para este crecimiento. Aunque su ritmo de expansión se ha moderado en comparación con los años anteriores, muestra una gran resiliencia frente a la persistente inflación, el aumento de los tipos de interés y la incertidumbre económica que se está experimentando a nivel global.
El aumento del gasto de los consumidores se ha reflejado principalmente en servicios de atención sanitaria, vivienda, servicios públicos y servicios recreativos. En el caso de los bienes, los que más han contribuido al incremento del PIB han sido los vehículos de motor y sus repuestos, los bienes y vehículos de tipo recreativo, el mobiliario, el equipo doméstico duradero, los bienes energéticos y la gasolina.
Otro factor que ha influido positivamente en el crecimiento del PIB durante el segundo trimestre ha sido el aumento de la inversión por parte de las empresas en sus inventarios, a la espera de que la demanda crezca en el futuro más inmediato.
También se ha producido un incremento de la inversión fija no residencial, que incluye gastos en maquinaria, equipos y construcciones no residenciales, un indicador de que la confianza de las empresas en la economía está en aumento.
La inflación sigue fluctuando
A lo largo de este año, la inflación ha mostrado una tendencia a la baja, aunque las fluctuaciones han sido algo habitual.
La tasa de variación anual del Índice de Precios al Consumo (IPC) se situó en un 3 % en junio, tres décimas por debajo de la tasa del mes de mayo. Sin embargo, la variación mensual se mantuvo estable en un 2,4 %.
Por su parte, la inflación subyacente se situó en junio en un 3,3 %, sumando tres meses consecutivos de bajada.
A pesar de la subida de los precios, el consumo interno continúa mostrándose fuerte, y se prevé que a lo largo del segundo semestre del año su crecimiento continuará siendo moderado.
Sin bajada de los tipos de interés
Aunque la economía estadounidense está creciendo más de lo esperado y la inflación encadena varios meses a la baja, la Reserva Federal (Fed) sigue sin dar muestras de estar dispuesta a empezar a bajar los tipos de interés.
Los tipos llevan meses congelados en la horquilla del 5,25 % al 5,5 %, el que es su máximo nivel desde 2001. Aunque los analistas esperaban que la Fed anunciara la primera rebaja en meses el pasado mes de junio, finalmente no fue así.
Con el consumo creciendo y la inflación sin controlar, la máxima autoridad fiscal teme que una rebaja de los tipos de intereses pueda tener un efecto rebote y provocar un nuevo episodio inflacionista.
La próxima reunión de la Fed será la próxima semana, pero no se espera que en esta ocasión se adopte el acuerdo de rebaja de los tipos. Ahora, los expertos están divididos entre los que creen que habrá una rebaja antes de que finalice el año y los que opinan que esto no sucederá hasta los primeros meses de 2025.
El mercado laboral también crece
Otro dato clave en el crecimiento de la economía es el del empleo. La tasa de desempleo experimentó un ligero repunte en junio, situándose en un 4,1%, mientras que la creación de nuevos puestos de trabajo continuó creciendo y en junio se crearon 206.000 nuevos empleos.
A pesar del aumento de la tasa el mes pasado, el desempleo se mantiene en niveles históricamente bajos, lo que pone de relieve que Estados Unidos cuenta en este momento con un mercado laboral sólido y con una alta demanda de trabajadores.