Tras las elecciones generales de 2023, se anunció una de las medidas estrella del Ministerio de Trabajo: la rebaja de la jornada laboral de las 40 horas semanales actuales a 37,5 horas.
El objetivo era hacer la rebaja de forma paulatina, reduciendo el tiempo de trabajo a lo largo de este año hasta las 38,5 horas semanales e implantando definitivamente la jornada de 37,5 horas a la semana en 2025. Sin embargo, para convertir este proyecto en una realidad, Trabajo necesita el apoyo de los agentes sociales, y las negociaciones no han conseguido avanzar todo lo que se esperaba.
Tras varios intentos fallidos, el Gobierno ha conminado a los sindicatos y la patronal a retomar las negociaciones el próximo mes de septiembre e intentar alcanzar un acuerdo lo antes posible.
El ultimátum del Gobierno
La última propuesta del Ministerio de Trabajo, sobre la que habrá que debatir en septiembre, se mueve en torno a tres líneas básicas de actuación.
La primera de ellas es un endurecimiento del sistema de registro horario de la jornada que es obligatorio en todas las empresas. El Ministerio quiere que este pase a ser telemático y que la Inspección de Trabajo pueda acceder de forma remota para ver si se están cumpliendo los límites horarios de trabajo y, en caso de no ser así, se prevé aplicar sanciones más elevadas que las actuales.
La segunda línea de actuación versa en torno al derecho a la desconexión digital. El objetivo es establecer medidas que garanticen realmente a los trabajadores que no van a ser interrumpidos con llamadas, mensajes o correos electrónicos relacionados con su trabajo fuera de su jornada laboral.
La tercera línea se centra en la reducción de la jornada. En este punto, lo que propone ahora el Ejecutivo es un recorte escalonado. En lugar de aplicar una reducción a 38,5 horas este año y a 37,5 horas en 2025, se permitiría que la empresas pudieran hacer el ajuste de una manera más gradual que no afecte a su funcionamiento.
La oposición de la patronal
La medida estrella del Gobierno en materia laboral se ha encontrado con la oposición frontal de la patronal.
Los empresarios argumentan que aplicar la reducción propuesta supondría un coste extra para las empresas de 15.300 millones de euros al año para poder cubrir con nuevos trabajadores las horas que la plantilla actual ya no va a realizar. Esto afectaría especialmente a sectores en los que la producción o el servicio se alarga más de 12 horas al día, como la industria, el comercio, la hostelería y la restauración.
Un trámite más largo de lo esperado
Las negociaciones se han extendido más de lo previsto, lo que dificulta que la nueva jornada semanal de 37,5 horas esté en vigor el próximo 1 de enero de 2025.
Una vez alcanzado el acuerdo en la fase de diálogo social, la norma deberá pasar por el Congreso para su aprobación, y el Gobierno no tiene los apoyos asegurados, por lo que el trámite podría prolongarse todavía unos meses más.
Los sindicatos anuncian movilizaciones
Los sindicatos, por su parte, han anunciado la puesta en marcha de movilizaciones a partir del próximo mes de septiembre como protesta por el “bucle” en el que han entrado las negociaciones.
Unai Sordo, líder de CCOO, ha señalado en una entrevista que “no veo otro escenario porque en este momento los movimientos que hace el Gobierno todavía no han producido ningún cambio de posición en la CEOE”. El líder sindical ha destacado que la patronal sigue sin aclarar si está dispuesta a negociar una reducción del tiempo de trabajo, porque alega que esto debe hacerse a través de la negociación colectiva. Por su parte, desde los sindicatos señalan que para que esto suceda debe haber un cambio en la ley (Estatuto de los Trabajadores), que es precisamente lo que se está negociando.
Pepe Álvarez, líder de UGT, ha seguido la misma línea y argumentado que “a la CEOE se lo hemos dicho por activa y por pasiva: dejen de marearnos. Díganos si están de acuerdo con la jornada de 37 horas y media y en qué condiciones estarían de acuerdo. No sabemos exactamente qué es lo que tendría que pasar en España para que la CEOE llegara a un acuerdo con nostros”.
Trabajo, sindicatos y patronal volverán a reunirse el próximo 9 de septiembre para retomar las negociaciones.