La Oficina Nacional de Estadística de China (ONE) ha confirmado que el Índice de Precios al Consumo (IPC) creció un 0,5 % en comparación interanual durante el pasado mes de julio. Esto supone un incremento de 0,3 puntos desde el mes de junio.
Los analistas ya preveían un repunte del IPC para este mes, pero las previsiones eran algo más optimistas y señalaban a un 0,3 %.
Los precios vuelven a subir
En comparación intermensual, los precios bajaron en junio en China un 0,2 % con respecto al mes de mayo y en julio crecieron un 0,5 %.
Los expertos señalan que esta subida se debe a la recuperación de la demanda interna en el país y a fenómenos como las altas temperaturas y los fuertes episodios de lluvias de las últimas semanas, que han hecho aumentar el precio de productos como las verduras y los huevos.
Por lo que respecta a la inflación subyacente, en julio experimentó un repunte del 0,4 % en comparación interanual.
El bajo consumo interno se ha convertido en un problema para el avance de la economía china. El Gobierno ha puesto en marcha diferentes medidas para estimular el consumo, pero las familias chinas continúan gastando de forma bastante cautelosa, afectadas en gran medida por la crisis inmobiliaria que afecta al país desde hace ya varios años.
El IPP ha bajado
El Índice de Precios a la Producción (IPP), indicador que mide los precios industriales, bajó de nuevo en julio.
La bajada fue de un 0,8 % en comparación interanual, que es un poco menos del 0,9 % que preveían los analistas.
El IPP de China lleva ya 22 meses consecutivos de bajadas. Para la ONE, esto se explica por la demanda insuficiente que hay a nivel interno y externo, así como por la tendencia bajista en el precio que se aprecia en algunas materias primas.
Las exportaciones crecen menos de lo previsto
Según los datos de aduanas, las exportaciones crecieron en julio un 7 %, marcando su ritmo más lento en los últimos tres meses. Un resultado que se sitúa por debajo del esperado, puesto que las expectativas hablaban de un aumento del 9,7 %.
Se aumentaron un 8 % las exportaciones a Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que las destinadas a la Asociación de Naciones del Sudeste ASiático crecieron un 12 %.
China está experimentando importantes problemas para llevar a cabo la exportación de algunos de sus productos estrella, como los coches eléctricos. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han decidido proteger sus mercados frente a estos vehículos baratos a través de la imposición de fuertes aranceles. A pesar de ello, las exportaciones de vehículos chinos han aumentado un 18 % en comparación interanual durante los primeros siete meses del año.
La ralentización económica de China
Tras décadas de crecimiento, China lleva unos años sumida en una crisis cuyos principales responsables han sido el hundimiento del mercado inmobiliario interno y la bajada de la demanda de bienes de producción como consecuencia de la pandemia de Covid y la crisis que se produjo después.
La economía china está marcada por una excesiva intervención estatal y una baja libertad de mercado, que acaba desembocando en un descenso del consumo interno y provocando una mayor dependencia de las compras externas. Pero el crecimiento de China se ha convertido en una amenaza para Occidente, y se están adoptando medidas para intentar contenerlo.
Paradójicamente, cuantas más medidas se adoptan desde Occidente, más se vuelca el Gobierno chino sobre su economía y más refuerza su apoyo al sector industrial. Esto ha generado una sobrecapacidad que, según los expertos, puede tensionar todavía más el mercado de cara al futuro.