A la hora de salir de vacaciones, una de las dudas más habituales es qué hacer con la nevera, si conviene más dejarla enchufada aunque esté vacía o prácticamente vacía o si, por el contrario, compensa más desenchufarla durante los días que no se va a estar en casa.
La decisión depende de factores diversos como la duración de la ausencia o la eficiencia energética del aparato. Pero, en la mayoría de los casos, dejarla desconectada supone un importante ahorro de energía.
La recomendación de la OCU
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconseja vaciar la nevera y dejarla desenchufada durante los días de ausencia. Esto no solo evita malos olores sino que ayuda a ahorrar en la factura eléctrica, ya que el frigorífico tiene un consumo de entre 3,5 y 7 euros al mes.
Además, una nevera casi vacía tiene que trabajar más para mantener la temperatura, porque hay una mayor cantidad de aire dentro de la misma, de manera que el consumo energético puede ser mayor.
Si se opta por dejar la nevera encendida, desde la OCU aconsejan regular el termostato a una temperatura algo más alta de lo habitual.
Desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) señalan que la nevera y el congelador consumen casi el 19 % de la electricidad del hogar y, por eso, lo más recomendable es dejarla desenchufada.
Tiempo de ausencia
Los especialistas destacan que la decisión de dejar la nevera encendida o desenchufada también tiene mucho que ver con el tiempo de ausencia.
Si se va a estar fuera de casa una semana o menos, no compensa dejar la nevera apagada. En cambio, si la ausencia va a ser mayor, entonces sí se puede conseguir un ahorro interesante si se deja totalmente desenchufada.
En este caso, se recomienda dejar las puertas de nevera y congelador abiertas, así como los cajones, porque esto facilita la circulación de aire y evita que se forme moho y aparezcan malos olores.
Las neveras más actuales cuentan con la función “vacaciones”, que permite apagar la zona de refrigeración y dejar encendido únicamente el congelador, lo que también ayuda a ahorrar.
Respecto al resto de electrodomésticos, se aconseja dejarlos desenchufados por mínima que sea la ausencia, porque no son necesarios. Especialmente aquellos que tienen un consumo eléctrico incluso cuando no están operativos, como el microondas con reloj digital o la televisión que se queda en stand by al apagarla.
Volver a conectar la nevera
Una vez de vuelta en casa, conectar la nevera es una de las primeras cosas que hay que hacer, porque tarda unas horas en alcanzar la temperatura óptima. Hasta que la temperatura interna no se haya estabilizado, no conviene llenar de nuevo la nevera.
En el caso de los frigoríficos combi, el congelador hace un importante consumo de electricidad para volver a situarse en los -18º C que necesita para funcionar correctamente. Precisamente por ello, los expertos solo recomiendan desenchufar la nevera si la ausencia va a ser larga.
Ahorrar al llenar la nevera después de las vacaciones
Tras unos días fuera es necesario volver a llenar la nevera, y esto puede suponer un coste muy elevado para la economía doméstica. Para intentar ajustarlo lo máximo posible, los especialistas aconsejan planificar bien la compra.
Conviene establecer un menú variado y saludable para la primera semana en casa, y hacer una lista de la compra con productos básicos basados en ese menú.
Además, es importante dedicar algo de tiempo a revisar bien la despensa para tener claro qué es lo que hay y qué es lo que realmente hace falta comprar en ese momento.