Mientras que Gobierno, sindicatos y patronal llevan meses inmersos en las negociaciones para llegar a un acuerdo sobre la reducción de la jornada laboral, la Encuesta de Población Activa (EPA) revela que entre abril y junio de este año se realizaron un 16 % más de horas extra que en el primer trimestre.
Las empresas suelen recurrir a esta medida para cubrir las necesidades dentro de su proceso de producción sin tener que contratar a nuevos empleados.
Cifras máximas de los últimos 15 años
En el segundo trimestre del año, los trabajadores realizaron un total de 6,9 millones de horas extraordinarias, lo que equivale a 173.382 empleos a jornada completa. Tal y como se desprende de los datos de la EPA, aumentaron tanto las horas asociadas a compensación económica o tiempo de descanso como las que no lo están.
Este repunte lleva la situación a máximos que no se habían registrado desde el cuarto trimestre de 2008, antes de la explosión de la burbuja inmobiliaria y el comienzo de la crisis financiera. Por aquel entonces, el 1% de los empleados realizaban de media entre 10 y 12 horas semanales de más, cifra que fue disminuyendo con el paso del tiempo.
En la actualidad, las horas extra están repuntando, y también hay un incremento en el número de trabajadores que las realizan. En el segundo trimestre, un 1,2 % de los asalariados realizaron entre una y tres horas más de trabajo a la semana.
Por sectores, el número de horas extra realizadas aumentó especialmente durante el segundo trimestre en el sector del transporte y la logística, en el que un 7,2 % de los empleados trabajaron más de su jornada ordinaria. Le siguen el sector de la educación en el ámbito público y el privado, y después la sanidad.
Factores que explican este fenómeno
De media, el 5,5 % de los asalariados realizan horas extra a lo largo del año. Para los especialistas, esto se debe principalmente a que las empresas no refuerzan sus plantillas, y consiguen sacar el trabajo alargando la jornada de los empleados que ya tienen contratados. En muchos casos, esta no contratación de nuevos trabajadores se debe a la incapacidad para encontrar mano de obra cualificada.
Otra de las causas que explica el aumento de las horas extra es la correlación que existe entre estas y el ciclo económico. Porque es habitual que cuando mejora la economía aumente también el tiempo extraordinario de trabajo pagado.
En cambio, en tiempos de crisis, las que crecen son las horas extra no pagadas, porque hay más trabajadores dispuestos a hacer ese sobreesfuerzo a cambio de no perder su empleo.
Ajustes en el registro de jornada
Desde 2019, todas las empresas están obligadas a llevar un registro de la jornada de sus empleados, a fin de que la Inspección de Trabajo pueda controlar que no se está trabajando más del número de horas máximas que señala la ley.
Esta norma ha conseguido que el número de horas extra no remuneradas se mantenga por debajo de las que sí son abonadas, pero no se la logrado reducir el número total de horas que exceden de la jornada ordinaria.
Para intentar lograrlo, el Ministerio de Trabajo ha incluido en la agenda de negociación con los agentes sociales la digitalización del registro horario, a fin de que la Inspección pueda acceder remotamente a los datos y hacer un mejor control. También ha propuesto agravar las sanciones relacionadas con el incumplimiento de la jornada laboral.
Este tema se debatirá en septiembre dentro del marco de las negociaciones para llegar a un acuerdo sobre la reducción de la jornada laboral desde las 40 horas semanales actuales a las 37,5 horas semanales en 2025.