La guerra comercial se ha endurecido en los últimos años, y podría recrudecerse todavía más si Donald Trump gana las elecciones presidenciales en Estados Unidos el próximo mes de noviembre, porque una de sus medidas estrella es implementar aranceles del 10 % a los productos llegados de cualquier lugar del mundo.
En el caso de China, principal enemigo comercial del país norteamericano, los aranceles para sus productos podrían ser de hasta el 60 %, según ha confirmado Trump en diferentes entrevistas.
Más proteccionismo
La elección de J.D. Vence como número dos de la campaña confirma que el Partido Republicano abraza una deriva hacia un mayor proteccionismo de su mercado interno. Algo que, a juicio de los expertos, puede reavivar la guerra comercial a nivel mundial.
Ya en su primer mandato Trump consideró a China como un competidor estratégico en su Estrategia de Seguridad Nacional y estableció importantes aranceles, pero ahora planea tomar medidas frente al resto de países que exportan sus productos a Estados Unidos. Esto rompería el bloque común que Estados Unidos y la Unión Europea han presentado en los últimos años frente a China.
Los expertos creen que no hay ninguna razón que justifique la aplicación de unos aranceles del 10 % a todos los productos que lleguen al país, pero consideran que Trump cumplirá esta promesa si llega a ganar las elecciones, porque ya hizo algo similar en el pasado.
Los analistas destacan que el objetivo de Trump es debilitar el dólar para aumentar las exportaciones y compensar la bajada fiscal que quiere llevar a cabo. Con esta fórmula, los ingresos procedentes de los aranceles a las importaciones y el aumento de las exportaciones compensarían la falta de ingresos derivados de los impuestos.
Sin embargo, los expertos creen que compensar la rebaja fiscal en el impuesto sobre la renta con aranceles no es una buena solución. Porque puede dar lugar a pérdida de puestos de trabajo, aumento de la inflación, incremento del déficit federal y a una recesión. Además, supondría que la carga fiscal que soportan las rentas medias y bajas aumente con respecto a la de los más ricos.
Aranceles del 60 % a China
En el caso de China, las medidas anunciadas para este país son todavía más importantes. Si Trump accede a un segundo mandato, va a mantener los aranceles que ya están en marcha a los productos procedentes de China y, además, va a imponer aranceles del 60 % a todo lo que llegue desde el país asiático.
Cuando entre 2018 y 2019 Estados Unidos impuso aranceles de entre un 7,5 % y un 25 % a los productos chinos, las exportaciones se redujeron de forma notable. En la actualidad, el 15 % de todas las ventas internacionales de China tienen como destino al país norteamericano, y se prevé que una nueva subida de aranceles llevará a un nuevo ajuste en el volumen de comercio internacional entre ambos países.
No obstante, los expertos no destacan que China responda a una medida de este tipo con nuevos estímulos gubernamentales para rebajar todavía más el coste de producción y hacer sus productos más atractivos en el mercado. Incluso podría optar por limitar algunas exportaciones que son clave para la industria estadounidense, como las tierras raras, que son necesarias para la fabricación de los motores de las turbinas eólicas. Otra de las medidas que podría tomar es la venta de activos estadounidenses, puesto que China tiene grandes inversiones en deuda del Tesoro de EEUU.
Preguntado en varias ocasiones por este tema, Trump ha declarado que la subida de aranceles podría ser superior al 60 %. A la vez que ha manifestado que no pretende dañar a la economía china, pero que considera que China se ha aprovechado de EEUU a nivel comercial y hay que corregir la situación.