La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha publicado una nueva actualización de su informe “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo”, en el que destaca los desafíos que enfrentan los jóvenes en el mercado laboral y el preocupante aumento en el número de “ninis” a nivel global.
La tasa de jóvenes de 15 a 24 años que ni estudian ni trabajan ha descendido ligeramente en la última década, pero no lo ha hecho por igual en todos los sitios. En algunas regiones como los Estados árabes y África se aprecian muy pocos progresos en este campo.
El fenómeno nini
Nini es un concepto que hace referencia a jóvenes que no están estudiando ni trabajando, una problemática que ha estado en aumento y que ha captado la atención de gobiernos, académicos y organizaciones como la OIT.
El término comenzó a popularizarse en España y en América Latina a principios de los años 2000, aunque es una situación que se da a nivel global.
Los múltiples estudios que se han llevado a cabo sobre esta cuestión señalan que el fenómeno está vinculado a diferentes factores. Destacan entre ellos la dificultad que tienen los jóvenes para acceder al mercado laboral y la falta de un sistema educativo de calidad que luche contra el abandono escolar. Además, en algunas regiones, las mujeres jóvenes tienen más posibilidades de acabar convertidas en ninis, porque encuentran más barreras para encontrar un empleo o para estudiar.
A nivel social, este fenómeno puede producir la marginalización y estigmatización social de quienes son considerados ninis, lo que ha hecho aumentar los casos de depresión entre los más jóvenes y otros problemas relacionados con la salud mental. En entornos conflictivos, los jóvenes que ni estudian ni trabajan tienen más posibilidades de verse involucrados en conductas delictivas.
A nivel económico, la no incorporación de millones de jóvenes al mercado laboral supone un freno para la innovación y dificulta la renovación de la mano de obra. Como resultado, los países más afectados por este fenómeno pierden competitividad.
Además, si la situación se cronifica, los ninis se convierten en una carga económica para su familia y, en última instancia, para el Estado.
Un tema que preocupa
La OIT ha hecho referencia a los ninis en múltiples informes en los últimos años, y sigue de cerca los avances que se están produciendo respecto a esta cuestión.
La tasa mundial de ninis ha registrado una ligera bajada en los últimos años, pasando de una media del 21,3 % en 2015 al 20,4 % en 2024. La previsión de la OIT es que se mantenga más o menos estable durante los próximos dos años.
Por regiones, destacan los pocos avances logrados en los Estados árabes y en África. En el primer caso la tasa media de jóvenes que ni estudian ni trabajan es de un 33,3 % para este 2024, y del 23,3 % en África. En Europa y Asia central la tasa media está en un 13 %, y los mejores datos se registran en Norteamérica, con un tasa del 11,3 %.
El informe de la OIT también destaca que los jóvenes encuentran muchos obstáculos a la hora de acceder al mercado laboral y que la gran mayoría de ellos tienen un empleo informal. Las posibilidades de acceder a un empleo de calidad continúan estando muy limitadas en las economías emergentes y en desarrollo, y esta situación afecta más a las mujeres que a los hombres.
Desde la Organización Internacional del Trabajo reseñan que la juventud actual es la más formada de la historia y, sin embargo, es la que menos oportunidades laborales tiene, lo que está aumentando los problemas de salud mental asociados a la falta de perspectivas profesionales y personales.
España en octava posición en la Unión Europea
La tasa de ninis en Europa mostró una amplia variación el año pasado. Mientras que en Países Bajos era del 4,8 %, en Rumanía se situaba en un 19,3 %. De ahí que uno de los objetivos del Pilar Europeo de Derechos Sociales sea reducir al 9 % la tasa media de jóvenes de 15 a 29 años que ni trabajan ni estudian.
Durante 2023 España se posicionó en el octavo lugar en el ranking de la Unión Europea en lo que a ninis se refiere. Por delante se sitúan Rumanía, Lituania, Italia, Chipre, Grecia, Bulgaria y Francia.
Según datos de Eurostat, uno de cada diez jóvenes de la Unión Europea de entre 15 y 29 años formaban parte del colectivo nini el año pasado. La media europea fue del 11,2 %, reflejando una bajada de 0,5 puntos porcentuales con respecto a los resultados de 2022.
España ha experimentado una importante reducción de jóvenes ninis desde 2014, pasando de la tasa media del 20,7 % de ese año a una media del 12,3 % en 2023. A pesar de ello, todavía se sitúa por encima de la media europea.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España había 1,35 millones de ninis en 2023, la cifra se ha rebajado en 1,1 millones de personas con respecto a 2014. Son la mejora del mercado laboral y el boom de la Formación Profesional las que han permitido que las generaciones más jóvenes tengan más oportunidades y mejores perspectivas con respecto a su futuro profesional.
Se aprecia también una caída de más de ocho puntos en la última década en los datos de abandono temprano de la educación.
En este año, España ha registrado un total de 927.500 ninis en el primer trimestre, lo que supone un incremento del 2 % con respecto al mismo período del año pasado. Por su parte, el número de jóvenes de 16 a 29 años que estaban estudiando o trabajando en el primer trimestre de este año ascendía a 1.060.600, lo que supone 19.400 más que en el mismo período del año pasado, y la cifra más alta registrada desde el segundo trimestre de 2007.
Ha mejorado ligeramente la tasa de paro juvenil (menores de 25 años), con un 3,3 % menos de desempleados jóvenes que en el primer trimestre de 2023. Aunque la tasa de paro juvenil se situó al finalizar marzo en un 27,7 % y es la más baja desde 2008, la cifra sigue estando muy por encima de la media de la Unión Europea.