Durante las últimas semanas la prima de riesgo francesa y la española han evolucionado casi a la par. Pero fue el pasado jueves cuando la francesa superó a la española al cierre del mercado de deuda, algo que no sucedía desde 2007.
El fenómeno se producía después de que el Gobierno francés anunciara que su déficit público podría superar el 6 % del PIB este año.
La prima francesa terminó el día en 79,7 puntos básicos
El jueves 26 de septiembre las primeras de riesgo española y francesa estuvieron igualadas a lo largo de la mañana, permaneciendo luego la prima francesa por debajo de la española. Pero, en el momento del cierre del mercado de deuda (a las 18 horas), la prima de riesgo francesa estaba en 79,7 puntos básicos, mientras que la española marcó en ese momento 77,9 puntos básicos.
La deuda francesa ha sido penalizada por los inversores como consecuencia de la volatilidad que ha experimentado Francia en el ámbito político en los últimos meses y del anuncio de que el déficit público podría estar por encima de lo previsto, llegando a ser superior al 6 % del Producto Interior Bruto.
Nuevas medidas fiscales
Michael Barnier, nuevo primer ministro francés, ha anunciado un conjunto de nuevas medidas fiscales entre las que destaca una subida fiscal para las rentas más altas. El primer ministro declaró en una entrevista en France 2 que «aunque no vamos a subirle los impuestos a todos los franceses, no podemos excluir a los ricos del esfuerzo nacional que debemos hacer para rectificar la situación que vivimos con el déficit».
En 2017, cuando Emmanuel Macron, actual presidente de la República, llegó al poder, el déficit público era de un 3,4 % del PIB, y la cifra no ha dejado de crecer desde entonces. El ejercicio de 2023 se cerró con déficit público del 5,5 % y se espera que este año vuelva a subir.
Desde 2017 hasta la actualidad Francia ha tenido cinco primeros ministros, pero ninguno de ellos ha sido capaz de contener el déficit público, y las previsiones para 2025 lo cifran en un 6,2 %. Por su parte, la deuda pública está ya en un 112 % del PIB. Y ello a pesar de que Francia es el país de la Unión Europea con mayor presión fiscal.
La posible sanción de Bruselas
La contención del déficit público es uno de los objetivos que persigue la Unión Europea.
Tras unos años de brindar mayor flexibilidad a los países para que estos pudieran reponerse de los efectos de la crisis del Covid-19, Bruselas ha vuelto a aplicar de forma estricta sus reglas fiscales.
El pasado mes de junio anunció la puesta en marcha de un procedimiento por déficit excesivo frente a siete países, entre los que estaba Francia.
En las próximas semanas Brusela propondrá a los países expedientados una senda de ajuste que les ayude a rebajar el déficit, y Francia tendrá que presentar ante las autoridades europeas un plan de ajuste a cuatro años.
2024 está siendo un año de transición en la vuelta a la aplicación de las estrictas reglas fiscales de la Unión Europea. Será en 2025 cuando todo regrese a la normalidad. A partir de entonces, los países que hayan excedido el déficit permitido tendrán que hacer un ajuste mínimo del 0,5 % del PIB, y serán sancionados si no cumplen los objetivos planteados desde Bruselas.
No obstante, Paolo Gentiloni, comisario de Economía, ha declarado que se trata de aplicar cautela y no austeridad. Que lo que se busca es orientar a los países hacia una mayor prudencia en el gasto, no aplicar medidas drásticas como las que se pusieron en marcha durante la crisis financiera de la década pasada.