El oro siempre ha sido considerado un activo refugio, porque su valor se mantiene estable e incluso sube en momentos de crisis en los que otros activos lo pierden.
En los últimos meses se está produciendo un importante fenómeno con respecto al precio del oro. Tras un tiempo de incertidumbre y fluctuaciones, ahora está en las cotas más altas registradas a lo largo de la historia.
La rebaja de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) el pasado mes de septiembre, y la relajación de la política monetaria que está aplicando el Banco Central Europeo (BCE), están haciendo crecer todavía más el precio del oro.
Un precio histórico
Tras el anuncio del nuevo recorte de tipos de interés anunciado por el BCE el pasado jueves, el viernes el precio del oro volvió a dispararse, alcanzando un valor por encima de los 2.700 dólares por onza.
En esta semana el precio del oro ha batido dos veces el récord alcanzado a finales de septiembre con un valor de 2.658,58 dólares.
Para los analistas, la fortaleza del dólar y las rebajas de los tipos de interés están incentivando la compra de este metal tanto por parte de los bancos centrales como por parte de China. Con menos oferta y una mayor demanda, los precios llevan semanas al alza.
La incertidumbre ante lo que pueda pasar en Estados Unidos en las próximas elecciones presidenciales del mes de noviembre también está llevando a los inversores a dejar un poco de lado activos que suponen más riesgo y a buscar activos refugio.
Las crecientes tensiones geopolíticas por los conflictos en Ucrania y en Oriente Medio son otro de los factores que influye en el mayor interés que están mostrando los inversores hacia el oro.
Un buen momento para las empresas mineras
La situación actual, en la que el precio del oro sube y el petróleo está a la baja, ha generado la «tormenta perfecta» para las empresas mineras, que están viendo subir el precio de sus acciones.
Con el oro en precios máximos, los ingresos obtenidos por su venta son más elevados. Esto provoca que las empresas dedicadas a la extracción de este mineral resulten más atractivas para los inversores.
Pero los expertos destacan que la situación podría dar un giro sí, aunque el precio del oro siga subiendo, el petróleo también lo hace y a un ritmo mayor. En este caso, la cotización de las empresas mineras no subiría, porque los inversores volverían a poner el foco en las petroleras.
Hallan el yacimiento de oro más grande de Europa
El incremento constante del precio del oro hasta alcanzar cotas históricas ha coincidido con el hallazgo en España del que ya se considera el yacimiento de oro más grande de toda Europa.
Se encuentra en la localidad asturiana de Tapia de Casariego, bajo las Lagunas de Salave, y se estima que podría contener más de 30 toneladas de oro, según confirma la empresa Exploraciones Mineras del Cantábrico, que es la que se está encargando de la excavación.
Esta mina de oro se encuentra en un paraje natural, y la polémica en torno a su posible explotación no se ha hecho esperar.
La asociación «Oro no», que funciona desde hace algo más de 20 años en esta región asturiana, defiende que la explotación de la mina y la liberación de metales pesados que esto supone puede afectar a otros sectores económicos como la ganadería, la pesca y el turismo.
En declaraciones a medios de comunicación, un representante de la asociación ha manifestado que «con la explotación de la mina, los metales procedentes de ella afectarían a todos estos sectores. Por no hablar del impacto paisajístico que produciría, lo que mermaría el turismo al crearse una percepción negativa de la zona».
La posición contraria es defendida por la asociación Idoa, que considera que la explotación de la mina no solo generará riqueza por la extracción del oro propiamente dicha, sino que es una oportunidad para revitalizar la economía local y reducir el éxodo masivo de jóvenes hacia otros lugares en busca de un futuro más próspero.
Exploraciones Mineras del Cantábrico ya ha presentado una propuesta para la explotación del yacimiento, asegurando que la perforación será «mínimamente invasiva».