Según datos del Banco de España, la deuda pública alcanzó el pasado mes de agosto los 1.623 billones de euros. Cifra que supone un incremento del 0,3 % (5.312 millones de euros) con respecto al mes de julio.
La cifra no supera el máximo alcanzado el pasado mes de junio (1.626 billones de euros), pero se convierte en la segunda más elevada de la serie en términos absolutos.
Más deuda del Estado
El desglose de los datos de agosto revela que el Estado reportó una deuda total total de 1.474 billones de euros, lo que supone un incremento del 5,5 % con respecto al mismo mes del año anterior y del 0,6 % con respecto a los datos de julio.
En el caso de las comunidades autónomas estas consiguieron reducir su deuda en agosto hasta los 333.945 millones de euros. Una caída del 0,2 % con respecto al mes de julio.
En comparación interanual, la deuda pública de las comunidades autónomas era un 2,5 % más elevada en agosto de 2024 que en el mismo mes de 2023.
Los ayuntamientos cerraron agosto con una deuda total de 23.023 millones de euros, una bajada del 3,6 % en comparación al mes de julio y de un 1 % con respecto a agosto del año pasado.
La deuda de la Seguridad Social ascendía en agosto a 116.171 millones de euros, igual a la del mes de julio, pero superior en un 9,4 % a la de agosto de 2023.
El informe del Banco de España no incluye datos relativos al peso que tiene la deuda sobre el Producto Interior Bruto (PIB), pero al final del segundo trimestre era equivalente al 105,3 % del PIB. Porcentaje que estaba por debajo de los registrados en el primer trimestre del año y en el segundo trimestre de 2023, pero por encima del reflejado en el último trimestre del año pasado.
El Gobierno se ha comprometido a rebajar la deuda pública
El Gobierno remitió la pasada semana a la Comisión Europea el Plan Fiscal y Estructural, un documento que detalla las políticas económicas y presupuestarias a adoptar en los próximos años, con el objetivo de alcanzar las metas fiscales establecidas a nivel europeo.
El Plan se ha elaborado para el período de 2025 a 2028 y uno de sus aspectos más destacados es el compromiso del Ejecutivo español de rebajar la deuda pública.
La Unión Europea señala que, tras la trayectoria fiscal de ajuste llevada a cabo por los Estados, la deuda pública debe situarse en niveles por debajo del 60 % a medio plazo. El déficit, por su parte, no puede superar el 3 % del PIB.
El Gobierno ha anunciado que con sus medidas conseguirá rebajar la deuda pública desde el 105 % actual hasta el 103,6 % en 2025, el 101,8 % en 2026 y el 99,7 % en 2027.
La deuda pública mundial será mayor de lo esperado
A nivel mundial también preocupa la deuda pública, según se desprende de la edición de octubre de 2024 del informe Monitor Fiscal del Fondo Monetario Internacional (FMI), al final de este año la deuda pública estará por encima de los 100 billones de dólares, el equivalente al 93 % del PIB mundial.
Además, las previsiones hablan de una posible subida en los próximos años, de modo que llegue a estar cercana al 100 % del PIB para 2030.
El FMI destaca que los resultados de muchos países en materia de deuda pública podrían ser peores de lo esperado para este año por tres motivos: la grandes presiones sobre el gasto, el sesgo optimista de las proyecciones de deuda y la sustancial deuda no identificada.
La organización también destaca que los países están virando sus políticas hacia un aumento del gasto para afrontar cuestiones como el envejecimiento de la población, la transición verde y la inversión en defensa y seguridad energética para paliar los efectos de las tensiones geopolíticas internacionales.
Los datos históricos del FMI sugieren que existe una tendencia a subestimar los resultados reales por un margen considerable, por lo que el crecimiento de la deuda pública podría ser más elevado y más rápido de lo previsto.
El marco de «deuda riesgo» es una novedad en los estudios del FMI que vincula las condiciones macrofinancieras y políticas actuales con todo el espectro de posibles resultados futuros de deuda, y muestra que en el escenario más adverso la deuda pública mundial llegaría a alcanzar el 115 % del PIB en tan solo tres años.