Los pasados días 21 y 22 de octubre se celebró el XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, organizado por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) en colaboración con la Asociación Cántabra de la Empresa Familiar (ACEFAM) y patrocinado por Banco Santander y KPMG.
En el encuentro se dieron cita más de 650 asistentes entre líderes empresariales, expertos y representantes institucionales.
En la edición de este año ha destacado el optimismo de las empresas familiares con respecto al futuro. La mayoría esperan un crecimiento moderado y un 60 % confían en aumentar sus ingresos, un porcentaje que no se lograba desde 2021.
La opinión de las empresas familiares
Las empresas familiares desempeñan un papel fundamental en la economía española. Son uno de los principales motores generadores de empleo privado y contribuyen de manera significativa al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB).
En esta ocasión, las entidades presentes en el Congreso Nacional de la Empresa Familiar han puntuado la situación económica con un 5,5 en una escala que va del cero al nueve. Siendo esta la mayor nota registrada desde la edición de 2017, cuando fue de 6,22.
Aunque solo un 3 % espera que haya un aumento rápido de la economía, la mayoría mantienen un optimismo cauto a corto y medio plazo.
Para las empresas familiares, el principal riesgo para la economía y la competitividad lo constituyen ahora mismo los cambios regulatorios a escala nacional, regional y europea. Esto preocupa hasta un 60 % de los encuestados.
Los participantes también destacaron como riesgos y retos la dificultad para encontrar profesionales cualificados; los riesgos geopolíticos y el incremento de los costes de producción.
De cara a este 2024 el 60 % de las empresas encuestadas esperan aumentar sus previsiones de ventas y sus ingresos. Mientras que un 9 % creen que sus ingresos serán más bajos en 2024 que el año pasado, siendo este el porcentaje más bajo registrado en este sentido desde 2021.
Somos futuro
La XXVII edición del Congreso Nacional de la Empresa Familiar ha tenido como lema «Somos futuro», destacando el compromiso que tienen las empresas familiares con la modernización, el progreso y la prosperidad de país.
Jordi Hereu, ministro de Industria y Turismo, destacó durante el acto de inauguración que «los empresarios familiares sois parte de esta economía vinculada al impacto social, no como eslogan, sino como una práctica cotidiana, porque tenéis un vínculo territorial. Sois responsables de un legado y de la visión a largo plazo, y os aseguro que se agradece de manera muy profunda (…) Queremos colaborar y caminar con vosotros porque sois aquellos que lucháis siempre».
Ignacio Rivera, presidente del Instituto de Empresa Familiar, puso en valor durante su intervención el compromiso que tienen las empresas familiares con la construcción de un futuro más próspero. «Las empresas familiares somos el futuro. Lo decimos con confianza, sin arrogancia, pero con convicción. En estos tiempos, en los que la incertidumbre política y económica afecta no solo a nuestro país, sino a toda Europa, es crucial que las empresas familiares nos mantengamos fuertes y resilientes (…) El mayor activo que tenemos son las personas, a las que colocamos siempre en el centro, y a las que, como empresas familiares, llevamos claramente en nuestro ADN».
Dos jornadas muy intensas
La edición de este año ha sido particularmente intensa. Con actividades como:
- Las mesas redondas «Pilares de un futuro mejor. Las claves del impacto positivo» y «El desafío del mañana: empresas, innovación e impacto».
- Una charla a cargo de Juanjo Cano, presidente de KPMG en España sobre los retos y oportunidades que plante la IA a las empresas familiares.
- Un panel sobre el perfil de la empresa familiar y charlas sobre el complejo contexto geopolítico global.
Este año el país invitado ha sido Italia y han estado presentes en el evento personalidades como Manfredi Lefebvre d’Ovidio, presidente ejecutivo de Abercrombie y Kent Travel Group y Carlo Bonomi, managing principal de Investindustrial.
La clausura del acto fue presidida por Su Majestad el Rey, junto con Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y María José Sáenz de Buruaga, presidenta del Gobierno de Cantabria.
El Rey destacó «el papel clave que jugáis las empresas familiares en la estabilidad y prosperidad de vuestros empleados y clientes, pero también en toda la sociedad».