La Federación Española de Asociaciones Provinciales de Empresas Distribuidoras de Gases Licuados del Petróleo (Fedglp) aprobó la convocatoria de huelga en el servicio de reparto de bombonas de butano, lo que iniciará un período de paros indefinidos en el suministro a domicilio.
La conocida popularmente como «huelga del butano», influirá al reparto de más de 150.000 bombonas, afectando especialmente a aquellos hogares que dependen exclusivamente de este combustible para calefacción y otras necesidades diarias, incluyendo a los consumidores en situación de vulnerabilidad.
Los paros comenzarán a partir del 5 de noviembre, con un total de ocho jornadas distribuidas entre noviembre y diciembre. Las fechas ya confirmadas para estas interrupciones del servicio son el 5, 13, 21 y 29 de noviembre, así como el 5, 11, 17 y 23 de diciembre. De no lograrse una solución consensuada entre el Gobierno y las principales empresas del sector, como Cepsa y Repsol, la huelga podría mantenerse de forma indefinida.
Motivos de la huelga
La convocatoria de esta huelga es consecuencia de las reiteradas demandas de revisión tarifaria que la Fedglp ha dirigido al Ministerio de Transición Ecológica, sin recibir respuesta. Los distribuidores sostienen que la falta de ajuste en las tarifas impide cubrir los costes básicos de operación, como salarios, mantenimiento de vehículos y otros gastos esenciales, obligando a pymes y empleados a operar en condiciones de pérdida.
La Fedglp señala que las condiciones impuestas por las petroleras mantienen los salarios de los repartidores en torno a los 17.000 euros anuales, una cifra cercana al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que no ha sido revisada en una década, pese al incremento de los costes. Los trabajadores exigen una compensación justa y una revisión del precio de las bombonas, actualmente alrededor de los 16 euros, para que el servicio sea viable.
Impacto en los usuarios
Durante las jornadas de huelga, se prevén dificultades para los hogares españoles y las más de 200 pymes dedicadas a la distribución de butano, que emplean directamente a unos 3.500 trabajadores. Sin embargo, la Fedglp ha asegurado que los puntos de venta y los centros de atención a personas vulnerables, como hospitales, residencias de ancianos y escuelas, contarán con suministro garantizado.
Evolución y precio del butano en España
El precio del butano ha mostrado una tendencia de aumento en los últimos años. En el año 2000, una bombona costaba 2,33 euros, pero en los últimos años, este precio ha variado entre los 11,27 y los 17,5 euros. En mayo de 2022, alcanzó su máximo histórico de 19,55 euros, llevando al Gobierno a fijar un tope de precio que permanece en la actualidad.
Los precios del butano, revisados bimensualmente, dependen de varios factores, como el tipo de cambio dólar-euro, los costos de flete y de comercialización, y el coste de la materia prima. Estos componentes son publicados oficialmente en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y su evolución afecta directamente a los hogares españoles, que siguen consumiendo alrededor de 64,5 millones de bombonas al año, pese a una reducción en su uso de más del 25% en la última década.
Con un reciente incremento del 3,85% en octubre de 2024, el precio de la bombona se ha fijado en 15,93 euros, vigente hasta noviembre. Aunque los costes de transporte se han reducido, el alza en las materias primas mantiene el precio en aumento, afectando a millones de hogares y empresas que dependen del butano para sus necesidades energéticas.
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