El gasto que supone para los países celebrar elecciones no ha hecho más que crecer en los últimos años. En el caso de Estados Unidos, el coste estimado de las elecciones que se celebrarán mañana 5 de noviembre, es de algo más de 15.900 millones de dólares.
Esto incluye los costes de la campaña presidencial, senatoriales y de la Cámara de Representantes. Superando ampliamente los 15.100 millones de dólares que costaron las elecciones del año 2020.
Los especialistas destacan que, en realidad, el coste de ambos ciclos electorales es comparable, lo que ocurre es que el de 2024 se ha visto afectado por la inflación.
El coste es muy elevado en comparación con lo que cuesta la celebración de elecciones en otros países. En el caso de España, las elecciones generales de julio de 2024 tuvieron un coste de 220,87 millones de euros.
El gasto de los Super PAC
Los Super PAC son comités de acción política independientes que se encargan de recibir las donaciones y realizar gastos para apoyar a un candidato y oponerse al otro.
A diferencia de los PAC tradicionales, estos no se pueden coordinar de manera directa con las campañas de los candidatos. No pueden compartir información estratégica ni coordinar sus mensajes con los que transmiten los candidatos.
En cambio, sí pueden recaudar dinero de cualquier fuente y dedicarlo a gastos independientes en apoyo o detracción a los candidatos que pueden incluir publicidad en Google, envío de correos electrónicos u otras actividades políticas.
Estas entidades han contribuido al aumento de los gastos de campaña, haciendo que las elecciones sean más caras y más difíciles de ganar para los candidatos que tienen menos recursos. Porque no dudan en utilizar la publicidad negativa, lo que consigue polarizar a la opinión pública.
Según OpenSecrets, grupo de investigación y trasparencia que se encarga de rastrear el uso del dinero en la política y el efecto que tiene en las elecciones y en las políticas públicas, los Super PAC han gastado unos 2.600 millones de dólares en esta campaña.
Se estima que el gasto externo total para todo el ciclo electoral está por encima de los 5.000 millones de dólares.
Los Super PAC son legales de 2010, pero su existencia no ha estado exenta de polémica. Se ha criticado que sirven como instrumento para que grandes donantes y empresas puedan influir de manera desproporcionada en las elecciones. Favoreciendo así sus propios intereses por encima de los de los votantes comunes.
Del total de lo gastado en las elecciones de 2024, el 56,5 % proviene de este tipo de grupos externos.
La recaudación de Kamala Harris
Entre enero de 2023 y el 30 de septiembre de 2024 el comité de campaña demócrata ha recaudado algo más de mil millones de dólares.
A pesar del cambio de candidatos, la mayor parte de la recaudación la ha logrado Kamala Harris, ya que muchos donantes habituales anunciaron en su momento la paralización de su apoyo financiero a Biden ante los supuestos problemas cognitivos del mismo.
El comité ha confirmado que recibió más de tres millones de dólares de donaciones individuales tan solo en el mes de agosto. En las primeras 24 horas tras anunciarse el cambio de candidatos (21 de julio), los demócratas recaudaron 81 millones de dólares.
Entre los donantes particulares más habituales están maestros y enfermeros. Por géneros, Kamala ha recibido más dinero de mujeres donantes que de hombres.
La recaudación de Donald Trump
En este ciclo electoral la candidatura republicana de Donald Trump ha recaudado 469 millones de dólares.
Su mayor donante es Timothy Mellon, heredero multimillonario que ha donado 115 millones de euros para apoyar la campaña del expresidente.
Trump también cuenta con el apoyo público de Elon Musk, fundador de empresas como Tesla y SpaceX y dueño de X.
Empate técnico
A tan solo unas horas de que se abran las urnas, el empate técnico entre los candidatos sigue sin permitir a los analistas tener claro quién se alzará con la victoria en estos comicios.
Se estima que hay apenas un 3 % de diferencia entre quienes manifiestan que van a votar a Harris y quienes afirman que votarán a Trump.
Arizona, Nevada, Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan y Wisconsin se perfilan como estados indecisos y son los que pueden dar el vuelco a los resultados.