El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha situado en sus últimos análisis a España como la economía desarrollada que más crecimiento va a experimentar en este año dentro de la zona euro.
Se espera que el incremento del Producto Interior Bruto (PIB) sea de un 2,9 % y de un 2,1 en 2025. Pero también destaca el liderazgo de España en lo referente al gasto público.
Crece el gasto público a nivel mundial
El FMI lleva tiempo mostrando su preocupación por el crecimiento que el gasto público está experimentando a nivel mundial.
En su último informe sobre política fiscal destaca el papel que tiene este gasto en el avance de la inflación. Por cada punto del PIB que se aumentó el gasto público entre 1950 y 1985, la inflación subió 0,8 puntos.
Por eso, invita a los estados a reflexionar sobre qué partidas presupuestarias quieren recortar y cuáles deben proteger o ampliar. Porque de sus decisiones depende que la inflación crezca o se modere.
El FMI destaca que los efectos generados por la política fiscal y económica son diferentes en función del modelo económico de cada país. En el caso de España, que tiene un modelo basado en la redistribución de la renta, el papel que tienen las políticas fiscales en la gestión de la inflación y en la demanda agregada puede ser superior al que siempre se ha creído.
El informe destaca que «una restricción fiscal bien orientada puede servir para apoyar la política monetaria en la contención de precios, protegiendo al mismo tiempo a los más afectados por la crisis ante el aumento del coste de la vida».
Los análisis llevados a cabo por el Fondo Monetario Internacional destacan que el nivel de deuda pública es muy elevado a nivel mundial, y podría superar los 100 billones de dólares (el equivalente al 93 % del PIB mundial) en este año. De seguir así, para 2030 la deuda pública mundial estará en torno al 100 %.
El consumo público en España
El consumo público español tiene en cuenta tanto el gasto de las Administraciones como el pago de salarios de funcionarios y de trabajadores a cargo del Estado.
En base a las estimaciones del FMI, este crecerá un 3,8 % este año y un 2,2 % el próximo año. Un incremento que está por encima de la media registrada en otras economías.
En Estados Unidos la previsión para este año habla de un 2,1 %, se prevé un 2 % para Reino Unido, un 1,9 % para Alemania y un 1,4 % para Francia.
De cara a 2025, en el seno de la Unión Europea se espera que el crecimiento del gasto público sea todavía más moderado como consecuencia de la caída de los estímulos puestos en marcha para paliar la crisis inflacionaria y por la entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales de la UE que exigen una contención del gasto público y del déficit.
Para 2025 la media de consumo público previsto para las economías avanzadas por el FMI es de un 1,4 %.
A nivel interno, uno de los últimos informes de Funcas sobre proyecciones económicas destaca que el incremento del consumo público ha representado cerca de un 60 % del crecimiento del PIB desde la pandemia. En el caso de España, el gasto público en estos últimos cinco años ha sumado 3,4 puntos de los 5,7 puntos que ha avanzado la economía en el mismo período.
Desde que comenzó la pandemia, y después con la crisis inflacionista, el Estado ha tenido que insuflar una gran cantidad de dinero público en el tejido público: rescates a empresas, transporte gratuito, subvención de los combustibles, etc.
Pero la reactivación de las reglas fiscales pondrá tope a esto. El Ejecutivo se ha comprometido ante Bruselas a que el gasto público no crezca más de un 3 % anual en el período de 2025 a 2028.
Todas estas previsiones, sin embargo, todavía no han tenido en cuenta el elevado gasto público que va a tener afrontar las tareas de limpieza y reconstrucción de las zonas afectadas por la DANA. A día de hoy continúa siendo imposible hacer un cálculo estimado del coste final, pero se estima que se elevará a miles de millones de euros.
A nivel internacional, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha ofrecido a España la posibilidad de agilizar los trámites para recibir hasta 900 millones de euros para comenzar la reconstrucción de las infraestructuras críticas dañadas.