Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) ha advertido que el plan de cierre del parque nuclear que está en marcha conllevará un aumento de precios en el mercado eléctrico.
Por su parte, el Análisis Nacional de Cobertura del Sistema Peninsular, elaborado por Red Eléctrica en 2023, hablaba de una subida de los precios y de la posibilidad de que se produzcan apagones si no se implementan medios de producción de energía alternativos.
El plan de cierre de las nucleares
La energía nuclear ha sido declarada como energía verde por la Unión Europea, e incluso se reconoció su potencial como fuente limpia para contribuir a la reducción de emisiones de CO2 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 2023.
Mientras que una veintena de países han acordado triplicar su capacidad actual de energía nuclear para 2050, España y Alemania son los únicos países de la Unión Europea que se han descolgado de esta tendencia y tienen en marcha un plan para proceder al cierre de todas sus centrales nucleares.
El plan actual persigue el cierre total del parque nuclear en España entre 2027 y 2035. Un proceso que se va a hacer de forma gradual y ordenada para maximizar la seguridad.
Primero, las centrales dejarán de generar electricidad en la fecha prevista. Después, tras el enfriamiento del reactor se procederá al desmantelamiento de la planta y, en última instancia, se hará la gestión de los residuos radiactivos generados para almacenarlos de forma segura durante miles de años.
Los expertos aconsejan extender la operativa de las centrales
El informe de Fedea ha sido elaborado por Javier Revuelta, analista energético que ha comparado el escenario de cierres nucleares frente a un hipotético escenario de extensión de la operación nuclear durante 60 años más.
Las conclusiones a las que ha llegado es que el cierre de las nucleares va a incrementar el precio de la electricidad. Porque, aunque en los últimos años se ha hecho un notable esfuerzo por potenciar las fuentes de energías renovables, estas pueden llegar a ser insuficientes.
El experto también destaca que la energía nuclear puede ser una aliada en el proceso de transición energética, que se va a extender durante muchas décadas.
En su informe pone en valor la seguridad de suministro de la energía nuclear, que aporta una generación muy estable al sistema eléctrico tanto en términos horarios como en perspectiva anual, cosa que no sucede con las fuentes de energías renovables.
Desde Fedea abogan por valorar detenidamente cuestiones como las proyecciones de consumo eléctrico; el impacto en los precios; las emisiones de CO2; las necesidades de materiales críticos para la construcción de instalaciones alternativas y los costes de gestión de las redes, entre otras, antes de cerrar definitivamente el parque nuclear en España. A la vez que recomiendan que los estudios prospectivos sean realizados por instituciones independientes del Gobierno.
Una «isla energética»
El Análisis Nacional de Cobertura del Sistema Eléctrico Peninsular elaborado por Red Eléctrica reconoce la posibilidad de que se produzcan apagones si se desmantelan las centrales de ciclo combinado.
Destaca que España es una «isla energética» en lo que se refiere a su capacidad de intercambio de energía con Europa central, que está bastante limitada.
Dado que las fuentes renovables producen energía de forma intermitente, el organismo cree que es necesario contar con fuentes adicionales de respaldo o sistemas de almacenamiento para garantizar la estabilidad en el suministro.
Si se cierran las centrales sin tener en marcha un sistema alternativo de producción y almacenamiento que sea realmente efectivo, el desajuste entre la oferta y la demanda provocará una subida de precios.
Además, para poder abastecer la demanda habrá que recurrir a un aumento en la quema de gas natural, lo que aumentará las emisiones contaminantes.
A diferencia de la nuclear, que emite vapor de agua, la quema de gas emite CO2, y en 2022 España se situaba ya como el quinto país de la UE con más aumento en las emisiones de dióxido de carbono procedentes del uso energético por la quema de combustibles fósiles.
Los especialistas defienden la necesidad de poner en marcha un diálogo transparente con todas las partes involucradas, en el que se valore la posibilidad de explorar alternativas regulatorias que ya se están usando en otros países, como el establecimiento de contratos por diferencias.