El martes 19 de noviembre se llevará a cabo la revisión bimestral del precio del butano, que en esta ocasión acarreará un incremento del 4,3 % en el precio de la bombona, según informa el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En marzo de este año el precio de la bombona de 12,5 kilos alcanzaba su máximo anual llegando a los 16,67 euros. En las siguientes revisiones su precio bajó ligeramente, pero ahora vuelve a subir.
Una subida de casi 70 céntimos
Desde que finalizó el verano, el precio de la bombona de butano ha estado al alza, coincidiendo con el incremento de la demanda.
El precio actual es de 15,93 euros, que subirá a 16,61 euros a partir de mañana. El ajuste bimestral va a suponer para los consumidores pagar 0,68 céntimos más por cada bombona.
En comparación interanual, en este noviembre la bombona de butano es 1,47 euros más cara que en el mismo mes del año pasado.
La nueva subida se justifica por el ascenso en la cotización de las materias primas (+9,05 %), contrarrestado por los descensos en los precios de los fletes (-1,73 %) y la leve apreciación del euro frente al dólar (+0,70 %) tal y como afirma el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
La revisión del precio del butano
El precio máximo de venta de la bombona de butano de entre 8 y 20 kilos no está liberalizado. Su valor se revisa cada dos meses (el tercer martes del mes) mediante una Resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas.
Para ajustar el precio al alza o a la baja se tienen en cuenta factores como el coste del propano y del butano en los mercados internacionales; el coste del transporte y las variaciones en el tipo de cambio euro-dólar.
Pero los ajustes hacia arriba o hacia abajo están limitados en todo caso al 5 %. Si los desajustes superan ese límite, se acumulan para ser aplicados en revisiones posteriores.
El Ministerio para la Transición Ecológica ha puesto en marcha un proceso de revisión de la fórmula para calcular el coste de comercialización de las bombonas de butano, a fin de aplicar un sistema que refleje de la forma más exacta posible los costes del sector.
Demanda a la baja
El consumo de gas butano en España ha experimentado una tendencia a la baja en la última década.
Principalmente por la mejora de la eficiencia energética de los hogares, que ha reducido la necesidad de calefacción y, por consiguiente, el consumo de butano.
También por la expansión de la red eléctrica y de la red de gas natural, que permiten a los consumidores buscar fuentes de energía alternativa para cocinar, calentar el agua o su casa.
Entre 2010 y 2021, la demanda de GLP envasado se ha reducido en algo más de un 25 %. No obstante, en España se consumen anualmente 64,5 millones de bombonas de butano de diferentes capacidades.
Huelga de repartidores
Además de la subida del precio de la bombona, los consumidores tienen que afrontar estos días una dificultad más: la huelga de los repartidores de butano.
Los representantes de la Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados del Petróleo (FEDGLP) acordaron hace unas semanas ocho jornadas de paro para los días 5, 13, 21 y 29 de noviembre y 5, 11, 17 y 23 de diciembre.
El próximo jueves 21 de noviembre volverá a suspenderse temporalmente el servicio de reparto, y los sindicatos creen que el problema está lejos de solucionarse, ante la falta de diálogo por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Desde la Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados del Petróleo declaran que trabajan a pérdidas, porque hace una década que no se actualiza la comisión que cobran por cada bombona repartida. Lo que demandan desde el sector es una actualización de la normativa.
«Ya en 2018 se reconoció que existe un problema regulatorio en la tarificación del servicio a domicilio. Somos invisibles al sistema porque, tras muchas promesas, no terminan de decidirse a implementar ese cambio normativo que es vital para la supervivencia del sector», ha explicado Iago Castro, presidente de FEDGLP.
A pesar de los paros, desde la organización sectorial garantizan el suministro a puntos de venta y servicios esenciales. Lo que no se realizarán durante los días de huelga serán entregas domiciliarias a particulares ni a empresas.