El pasado 29 de octubre Valencia sufrió una de las inundaciones más importantes de su historia debido a una DANA que dejó hasta 500l/m2.
Las consecuencias económicas todavía están por determinar, porque a día de hoy continúa siendo imposible calcular cuánto costarán las labores de reconstrucción y rehabilitación. Pero desde Bruselas confirman que las inundaciones también van a tener un importante impacto en el precio de algunos alimentos.
Europa, expuesta a los riesgos medioambientales
Las Previsiones Económicas de Otoño publicadas la semana pasada por la Comisión Europea elevan las proyecciones de crecimiento económico para España tanto para 2024 como para 2025.
Sin embargo, el documento también se hace eco de los efectos de la DANA y el impacto que va a tener en las cuentas públicas el alto coste de reconstrucción de las zonas afectadas y las ayudas a los damnificados.
Los técnicos de la Comisión destacan en su informe que «las recientes inundaciones que han arrasado partes del sur de España en torno a la fecha de cierre de esta publicación ilustran, de nuevo, las consecuencias dramáticas que el cambio climático puede tener sobre la gente, su hábitat y la economía».
La Comisión reconoce que la Unión Europea está especialmente expuesta a los riesgos ambientales. Un riesgo que, además, puede influir en el ritmo de crecimiento económico de los países, ralentizándolo todavía más.
Con respecto a la DANA, Bruselas confirma que las consecuencias económicas de este fenómeno no se van a limitar a la Comunitat Valenciana, ni tan siquiera a España, sino que pueden afectar al conjunto de la UE.
La Comisión apunta que «los daños a las infraestructuras en las regiones golpeadas pueden tener una repercusión más amplia en el tejido productivo más allá de sus fronteras, mientras que las disrupciones en la actividad económica podrían reavivar las presiones inflacionarias, especialmente la de los alimentos».
Hortalizas y aceite de oliva serán más caros
Los especialistas coinciden en que la DANA va a tener efectos en la cesta de la compra a corto plazo, porque las cosechas han resultado gravemente afectadas.
Además, la acumulación de agua y lodo en la tierra va a dificultar los cultivos en los próximos meses, por lo que se espera que las futuras cosechas sean menores.
La DANA no solo impactó en Valencia, también lo hizo en Andalucía. En el municipio de El Ejido, más de 4.200 hectáreas de superficie invernada han resultado dañadas, afectando a los cultivos de pepino y pimiento.
El aceite de oliva puede ser otro de los productos cuyo precio se incremente de nuevo. La de 2024-2025 estaba siendo una buena cosecha, pero las lluvias torrenciales han dañado las aceitunas y han obligado a paralizar la recolección en diferentes puntos del país. Un hecho que puede hacer que los precios vuelven a subir a corto plazo.
Un fenómeno a largo plazo
Cada vez son más los especialistas que destacan que el constante incremento del precio de los alimentos que se está experimentando a nivel mundial en los últimos años está fuertemente condicionado por el cambio climático.
Porque el cambio en las condiciones climáticas está provocando cosechas menos abundantes, ya sea por sequías, por destrucción de las cosechas por lluvias torrenciales o por plagas de insectos que antes no eran tan habituales. Fenómeno al que se le suma la degradación del suelo provocada por la deforestación.
Las predicciones climáticas apuntan a un ritmo de calentamiento en la atmósfera superior al actual en las próximas décadas, lo que va a afectar de lleno a todo tipo de cultivos.
Los expertos del Instituto Potsdam para la investigación del impacto del clima, confirman que los precios de los alimentos van a seguir subiendo.
Uno de sus últimos informes destaca que «durante la próxima década el calentamiento global provocará un aumento del precio de los alimentos de entre un 0,9 % y un 3,2 % con el consiguiente aumento de la inflación».
El estudio también señala que eventos climáticos como la sequía que se vivió en España en 2022 han tenido un impacto significativo en las cestas de la compra de Europa.
Las anomalías climatológicas influyen en el rendimiento de los cultivos, e incluso en el tamaño de las frutas y hortalizas y en su calidad. Lo que podría llevar en un futuro a alimentos de menor calidad y cuyo precio será más elevado.