El fin de 2024 estuvo marcado por la crisis en torno a Muface y la asistencia sanitaria a los funcionarios. El 2025 ha comenzado con una gran incertidumbre sobre lo que va a pasar, pero el Gobierno ha anunciado que habrá una prórroga.
Si la situación no se soluciona, la sanidad pública tendrá que asumir la atención de miles de usuarios que hasta ahora estaban fuera de su sistema. Además, los expertos destacan que esto puede afectar también al empleo en la sanidad privada.
La nueva licitación tampoco convence a las aseguradoras
El tiempo se agota para que las aseguradoras decidan si se presentan o no a la licitación de Muface. Será el próximo 15 de enero cuando se cierre el plazo.
Hace algunas semanas el Gobierno planteó la licitación para dar cobertura sanitaria a los funcionarios a través del Muface en los próximos años, pero las aseguradoras no aceptaron la oferta por entender que esta era demasiado baja.
Justo antes de fin de año, y tras una consulta previa con las aseguradoras para saber cuál consideran estas que sería la prima justa por atender a cada paciente, se hizo pública una nueva licitación más alta que la anterior, pero esta tampoco ha convencido a las entidades encargadas de brindar asistencia sanitaria privada.
El pasado 27 de diciembre Adeslas confirmó que no iba a participar en el nuevo trienio del concierto sanitario. Después fue DKV la que hizo lo propio.
Asisa, que ha ido perdiendo asegurados y en la actualidad solo cubre a 363.946 pacientes, todavía no se ha pronunciado, pero lo hará en los próximos días.
Prórroga del acuerdo
La falta de acuerdo entre las aseguradoras privadas y el Gobierno ha generado una gran inseguridad entre funcionarios y beneficiarios.
El actual concierto vence el próximo 31 de enero, y ya se ha confirmado que habrá una prórroga para que quienes forman parte de Muface no se queden sin asistencia sanitaria.
El Ejecutivo ha dictado una orden de continuidad que detalla los aspectos de la prórroga que estará en vigor hasta finales del mes de marzo. El documento especifica que la prórroga tendrá un importe máximo de 343.124.094,37 euros. Detallando también la prima fija por mes que van a recibir las compañías en base a los tramos de edad de los mutualistas.
Sin embargo, los sindicatos ya han denunciado que algunas aseguradoras están dejando de dar a los pacientes la atención debida, al no programar sus citas para consultas con especialistas, realización de pruebas o intervenciones quirúrgicas.
Los retos que plantea el fin de Muface
Si ninguna aseguradora acepta la oferta prevista en la licitación, los funcionarios y beneficiarios de Muface pasarán a ser atendidos por la sanidad pública. Esto implicaría sumar de golpe más de un millón y medio de pacientes.
Se estima que esto podría aumentar las listas de espera de consultas externas en un 266 %, y tendría un impacto de 1.000 millones de euros para las arcas públicas.
Por lo que respecta a la sanidad privada, según los datos de la «Cátedra extraordinaria de salud sostenible y responsable» recogidos por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) en su informe «Impacto de las mutualidades en el sistema sanitario», el fin de Muface supondría la reducción de unas 2.140 camas en la sanidad privada, lo que tendría un coste estimado de algo más de 13.000 puestos de trabajo.
Desde IDIS denuncian que «la posible reducción de empleos impactaría en la disminución de recaudación en concepto de IRPF y en el incremento del gasto social asociado al pago de los subsidios por desempleo correspondientes».
Además, está en juego la viabilidad de más de 20 hospitales. En aquellos casos en los que hay más de un centro hospitalario privado en la misma provincia, se estima que uno de ellos desaparecería si el excedente de camas fuera superior a la media de camas por hospital.
¿Puede subsistir Muface con una sola aseguradora?
Existen serias dudas sobre qué hará Asisa, si continuará o no prestando servicio en Muface. Pero, incluso si lo hace, los expertos destacan que el sistema sería totalmente inviable.
Una sola compañía aseguradora no puede dar servicio a 1,53 millones de personas (entre titulares y beneficiarios).
Hace algunas semanas el sindicato CSIF ya confirmaba que iba a ser muy complicado que Muface sobreviviera sin Adeslas. Ahora, con DKV también fuera, su mantenimiento se presume todavía más complicado.