En los primeros meses de 2024 las movilizaciones de agricultores, tanto en España como a nivel europeo, se convirtieron en una de las noticias más destacadas, y este año puede ocurrir lo mismo.
Un año después, la situación de quienes viven del campo no ha mejorado. Consideran que no se han cumplido las promesas que se les hicieron y, además, la firma del acuerdo con el Mercosur pone todavía más en riesgo la viabilidad de su actividad. Por estos motivos han confirmado que habrá movilizaciones en las próximas semanas.
ASAJA anuncia tractoradas
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) ha confirmado esta semana que va a volver a convocar manifestaciones.
Las tractoradas serán provinciales, autonómicas, nacionales y europeas, así como de carácter sectorial. Todavía no se han confirmado fechas, pero se estima que las movilizaciones podrían arrancar el próximo mes de febrero.
Los afectados demandan ayudas que devuelvan la rentabilidad a su trabajo y una reducción de la excesiva burocracia a la que tienen que hacer frente.
En el caso de Castilla y León, que es la «comunidad autónoma con la agricultura más profesional y productiva de España» (en palabras de Donaciano Dujo, presidente de ASAJA en la región), la situación es crítica.
Para poder ser rentables, las tierras deberían producir 3.500 kilos por hectárea, pero esto es totalmente inviable.
Es la baja rentabilidad de la tierra la que ha hecho que en en esta región se haya pasado de sembrar dos millones de hectáreas de cereal de secano a millón y medio, algo que acaba afectando al bolsillo del consumidor final, porque España ya importa más cereal del que produce.
Críticas al acuerdo con el Mercosur
A finales del pasado mes de diciembre los agricultores españoles volvieron a las calles para reclamar frente al acuerdo comercial que la Unión Europea ha alcanzado con el Mercosur.
Los profesionales del campo tachan el acuerdo de injusto y muchos de ellos señalan que puede ser la «muerte» del campo europeo. Esto se debe a que los productos agrícolas llegados desde el otro lado del Atlántico son más baratos porque no tienen que someterse a las estrictas medidas de producción que impone la Unión Europea a la agricultura interna.
Muchos afectados entienden que este acuerdo da lugar a una competencia desleal que les deja fuera de juego.
Además, han denunciado que el acuerdo choca con los objetivos que la UE ha establecido dentro del «Pacto Verde» y de la estrategia «De la granja a la mesa».
Los agricultores franceses reanudan sus protestas
La situación de la agricultura es crítica a nivel europeo, y las protestas no han cesado en los últimos años, aunque sí ha variado la intensidad de las mismas.
La pasada semana, los agricultores franceses retomaron su lucha con una tractorada que busca llamar la atención del Gobierno y que sus demandas sean tenidas en cuenta.
La amenaza arancelaria de Trump
A unos días que de Donald Trump comience su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos, agricultores y empresas del sector industrial han mostrado preocupación por la amenaza arancelaria que el político estadounidense lleva meses haciendo.
Su idea pasa por subir los aranceles a todas las importaciones que lleguen a Estados Unidos, y esto supone un nuevo reto para el sector agrícola.
Desde la Unión de Agricultores y Ganaderos ya han hecho pública su preocupación por este tema, y reclaman «firmeza» a la Unión Europea en sus negociaciones con Estados Unidos.
Si finalmente se impone un arancel del 10 % a todos los productos procedentes de la UE, las exportaciones agroalimentarias resultarían seriamente afectadas, porque perderían rentabilidad.
Se insta a la Unión Europea a negociar con «contundencia y agilidad» para que el impacto de la subida de los aranceles (si se produce) sea mínimo.
Lo que no se quiere repetir en ningún caso es lo que ocurrió hace unos años con la aceituna de mesa. Este asunto todavía está pendiente de resolución ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y, mientras tanto, se están aplicando aranceles del 31 % a este producto.
El reto del relevo generacional
Además de los problemas relacionados con la rentabilidad, el campo afronta otro importante reto: la falta de relevo generacional.
Desde la Secretaría de Estado de Agricultura y Alimentación se confirma que «la actividad agraria en España necesita a la juventud y, desde las instituciones, tenemos que saber responder a esa necesidad».
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha mostrado su compromiso con este tema y está evaluando alternativas como la «creación de un grupo de trabajo de tierras agrarias infrautilizadas, que estudia alternativas y soluciones para avanzar en la recuperación de la tierra abandonada y promover su aprovechamiento agrario».