Desde que comenzó la crisis inflacionista en 2021, uno de los objetivos prioritarios de las instituciones europeas ha sido que el Índice de Precios al Consumo (IPC) vuelva a la normalidad y se mantenga en torno al 2 %.
2024 fue el año en el que por fin los precios dejaron de crecer de forma acelerada en Europa, pero en los últimos cuatro meses la inflación ha ido creciendo de nuevo paulatinamente, cerrando enero con una tasa interanual del 2,5 %.
Los precios suben desde octubre
Tras varios meses de moderación, en octubre de 2024 volvió a registrarse un incremento de la inflación, repuntando tres décimas con respecto a agosto para situarse en un 2 %.
En noviembre avanzó hasta el 2,2 % y en diciembre al 2,4 %. Según los datos provisionales publicados por Eurostat (la oficina de estadística comunitaria), la tasa interanual de enero fue del 2,5 %. Esta es, además, la tasa más alta registrada desde julio de 2024.
La inflación subyacente, la que excluye la energía y los alimentos frescos, que es la que realmente interesa al Banco Central Europeo (BCE) a la hora de tomar sus decisiones sobre las subidas y bajadas de los tipos de interés, lleva estabilizada desde septiembre de 2024 en un 2,7 %.
La subida de precios del pasado mes de enero se debió principalmente al incremento del coste la energía (un 1,8 % en comparación interanual) y a la subida del 1,4 % interanual de los alimentos frescos.
También se registró una subida de precios de los bienes industriales no energéticos, que subieron un 0,5 % en comparación con el mes de diciembre. En cambio, los servicios moderaron su coste al 3,9 % desde el 4 % de diciembre.
La situación por países
En enero Croacia fue el país de la Unión Europea que experimentó un mayor aumento de los precios, cerrando el primer mes del año con una inflación del 5 %.
Le siguen Bélgica y Eslovaquia con un 4,4 % y un 4,1 %, respectivamente.
España ostenta junto a Países Bajos la novena tasa más alta de inflación con un 2,9 %.
Por debajo del promedio han estado Luxemburgo (2,4 %), Eslovenia (2,3 %), Francia (1,8 %), Italia y Malta (1,7 %), Finlandia (1,6 %) e Irlanda (1,5 %).
El Eurostat calcula una tasa de inflación del 2,9 % para España en enero, pero los datos provisionales publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado jueves hablan de un incremento de 3 %, debido en gran medida a la subida de los precios de los carburantes en comparación con la bajada experimentada por estos en enero de 2024, tal y como señala el INE en su comunicado.
Este es el cuarto incremento mensual consecutivo de la inflación en España, que empieza el año un punto por encima del 2 % marcado por el BCE.
La inflación subyacente, sin embargo, retrocedió 0,2 puntos en enero hasta situarse en una tasa interanual del 2,4 %.
Perspectivas para 2025
Todo apunta a que la trayectoria para 2025 debería seguir la senda desinflacionista de 2024. Sin embargo, los analistas están preocupados por cómo puede afectar a la economía mundial la guerra comercial iniciada por Estados Unidos.
A la espera de ver cómo reaccionará la Comisión Europea si Estados Unidos decide subir los aranceles a las importaciones procedentes de Europa, los especialistas destacan que los riesgos inflacionarios están lejos de desaparecer por completo. Y que, incluso si no se establecen aranceles directos a Europa, el impacto que van a tener los ya impuestos y los que estén por llegar en la cadena de valor global, se dejará notar en la eurozona.
El BCE sigue recortando los tipos
A pesar del repunte de la inflación y de que la inflación subyacente europea lleva meses congelada, el BCE continúa con su política de recorte de los tipos de interés de referencia.
No obstante, el organismo ha defendido una vez más que seguirá tomando sus decisiones en política monetaria atendiendo a la situación real de cada momento.
«El Consejo de Gobierno está decidido a garantizar que la inflación se estabilice de forma sostenible en su objetivo a medio plazo del 2%. Para determinar la orientación adecuada de la política monetaria, seguirá un enfoque que dependerá de los datos y que se aplicará en cada reunión. En particular, las decisiones del Consejo de Gobierno relativas a los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación a la luz de los datos económicos y financieros que se reciban, de la dinámica de la inflación subyacente y de la fortaleza de la transmisión de la política monetaria. El Consejo de Gobierno no se compromete de antemano a seguir una senda de tipos determinada», señala un comunicado del BCE.