El mes de enero suele ser una época de subida del desempleo tras la finalización de los contratos celebrados para la campaña navideña.
Este año, según los datos de variación de la afiliación en enero del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el mes pasado se perdieron 242.148 afiliados y se sumaron 38.725 inscritos en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
El patrón no cambia
La cifra de destrucción de empleo de este año ha sido la más alta registrada desde el año 2000.
Los sectores que más puestos han destruido han sido el comercio y la hostelería, que pierden unos 48.000 afiliados cada uno. De manera que uno de cada 10 empleos perdidos el pasado enero pertenecía a esos sectores.
El bajón también ha sido importante en las actividades administrativas, la sanidad, los servicios sociales y en la Administración Pública. El único sector que consiguió crear empleo de forma considerable durante el mes de enero fue el de la logística y el transporte, con 3.618 afiliados.
En cuanto a la desagregación por sexos, la pérdida de empleo afectó a las mujeres más que a los hombres, especialmente en el sector del comercio. Esto hace que la cifra de afiliadas a la Seguridad Social haya quedado por debajo de los 10 millones, un hito que se alcanzó por primera vez en septiembre de 2024.
Por Comunidades Autónomas, Cataluña ha sido la que ha registrado una mayor pérdida de puestos de trabajo, con 37.580. Seguida muy de cerca por Madrid, con 34.170 empleos perdidos.
En lo que respecta al número de autónomos, 2025 ha comentado con una caída de 17.815 con respecto a diciembre de 2024. Cifra ligeramente superior a la registrada el año pasado.
Por territorios, los peores datos en lo que a pérdida de trabajadores por cuenta propia se refiere se han registrado un Jaén, con una caída del 2,61 %; le siguen Tarragona con un 2,09 % y Badajoz con un 2,03 %.
La afiliación de autónomos a la Seguridad Social solo creció en enero en Huelva (2,36 %), Huesca (0,17%) y Ceuta (0,06 %).
La situación sigue mejorando
A pesar de la destrucción de empleo propia del comienzo del año, las cifras totales que registra el Ministerio de Empleo son positivas.
España ha comenzado el año con 491.053 afiliados más y 168.417 parados menos. Esto sitúa a la tasa de desempleo en la más baja de los últimos 17 años, con 2,59 millones de personas.
La afiliación a la Seguridad Social sigue batiendo récords, con un cifra total de 21,09 millones de personas a finales de enero.
Según datos del Ministerio de Seguridad Social, en términos desestacionalizados (eliminando el efecto calendario en el empleo), en enero se han ganado 35.758 afiliados. Además, del total de contratos realizados, cuatro de cada diez fueron indefinidos.
«El mercado laboral español refleja un dinamismo superior al de las grandes economías europeas desde antes de la reforma laboral y crece un 8,5%, frente al 5,4% de Italia o el 1,6% de Alemania», valora el Ministerio de Seguridad Social.
El objetivo del Gobierno sigue estando en alcanzar los 23 millones de ocupados antes de que finalice la legislatura. Por el momento, en los últimos cuatro años se han sumado 2,3 millones de afiliados.
Patronal y sindicatos no son optimistas
Ni la patronal ni los sindicatos coinciden en ver el vaso medio lleno como hace el Ministerio de Empleo.
Desde la CEOE han advertido que el mercado laboral español empieza a dar signos de fragilidad y cierta atonía del dinamismo empresarial, especialmente en el caso de las empresas más pequeñas.
Por su parte, el sindicato CCOO manifestado que «los datos concretos no son buenos en la medida que no se estabiliza el empleo generado en ese mes. El Gobierno debe abrir espacios de diálogo social para abordar estas situaciones y reforzar la estructura productiva mediante una política industrial verde y sostenible».
UGT, el otro sindicato mayoritario, ha emitido un comunicado insistiendo en la necesidad de mejorar el empleo, aumentar los salarios y avanzar en la reducción de la jornada. Para este sindicato, el aumento pactado de 50 euros en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) «debe trasladarse de manera plena a las empresas, sin que sea absorbido por la eliminación de complementos salariales de los convenios».