jueves, febrero 13, 2025
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El abismo de precios del campo al supermercado: los alimentos básicos se encarecen hasta un 583%

La organización no gubernamental Facua lleva a cabo un estudio comparativo en seis grandes supermercados sobre los precios de origen y de venta de una decena de productos

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El precio de los alimentos básicos sigue disparándose a lo largo de la cadena de distribución en España. Un estudio reciente de Facua-Consumidores en Acción ha revelado diferencias de hasta un 583% entre lo que cobra el agricultor por sus productos y el precio final que pagan los consumidores en los supermercados. La organización denuncia que estos márgenes desproporcionados golpean tanto a los productores como a los hogares, en un contexto de creciente preocupación por la inflación en el sector alimentario.

El análisis, basado en datos del Ministerio de Agricultura y en una toma de precios realizada el 4 de febrero en seis grandes cadenas de distribución (Mercadona, Dia, Alcampo, Eroski y Carrefour), pone cifras concretas al problema. El caso más llamativo es el del kilo de limones, que se paga en origen a 0,30 euros mientras que en los supermercados alcanza los 2,05 euros, lo que supone un incremento del 583%.

Otras frutas y hortalizas también muestran aumentos alarmantes. Las cebollas, por ejemplo, multiplican su precio por más de cinco, pasando de 0,27 euros el kilo en el campo a 1,44 euros en los puntos de venta (433%). En el caso de los garbanzos, el margen es del 300%, con un precio de 0,53 euros por kilo en origen frente a los 2,12 euros que se pagan en el supermercado.

Sin embargo, el encarecimiento no se limita a frutas y verduras. Productos esenciales como las lentejas también han visto incrementado su precio en un 103%, desde los 0,95 euros en origen hasta los 1,93 euros en los estantes. Asimismo, el aceite de oliva virgen extra de marca blanca refleja una notable diferencia del 52%, con un precio medio de seis euros por litro en el supermercado frente a los 3,95 euros que recibe el productor.

Bajo este contexto, Facua subraya que estos datos evidencian la necesidad de una mayor transparencia en la formación de precios a lo largo de la cadena alimentaria. Por ello, la organización propone la implantación de un doble etiquetado que informe al consumidor sobre el margen aplicado en cada eslabón del proceso de distribución para así conocer qué empresas inflan más sus márgenes de beneficio y cuáles castigan más a los agricultores obligándoles a reducir al mínimo el precio en origen. 

Denuncia ante la AICA y posible sanción a Carrefour

En paralelo a esta denuncia, Facua ha llevado ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura, la sospecha de que algunas cadenas están incumpliendo los márgenes legales establecidos en la Ley de la Cadena Alimentaria a la hora de comercializar los productos agrícola. Una normativa que, entre otras cosas, prohíbe la venta a pérdidas y obliga a que cada eslabón del proceso garantice que los productores reciban un precio justo.

En este sentido, Carrefour es uno de los grandes almacenes que podría enfrentarse a sanciones por vender aceite de oliva virgen extra a un precio inferior a su coste de producción. En concreto, Facua ha denunciado que la cadena francesa ha ofrecido garrafas de cinco litros de aceite por 24,45 euros, un precio que, según sus cálculos, estaría por debajo del precio mínimo al que los distribuidores pueden adquirir el producto sin incurrir en pérdidas. Por consiguiente, el Ministerio de Agricultura ha confirmado que la AICA ya ha iniciado una investigación sobre Carrefour y ha advertido de que impondrá sanciones si se confirma la infracción.

Un problema estructural que aviva las protestas agrarias

La publicación de este informe coincide con las recientes movilizaciones del sector agrícola en distintos puntos del país. Los agricultores, que ya protagonizaron una ola de protestas masivas el año pasado, reclaman medidas urgentes para frenar lo que consideran un abuso en la fijación de precios por parte de la gran distribución.

Además, las organizaciones agrarias alertan de que el incremento de costes para el campo —desde el encarecimiento de la energía hasta el impacto del cambio climático en la producción— está agravando la situación. En este sentido, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha señalado que, sin una intervención más firme del Gobierno, muchas explotaciones están en riesgo de desaparición.

De modo que, con la inflación alimentaria aún lejos de moderarse y la presión sobre el sector primario en aumento, el debate sobre la regulación de precios y márgenes comerciales vuelve a situarse en el centro de la agenda política. Mientras que, los consumidores continúan pagando el sobrecoste de una estructura de precios que sigue beneficiando, sobre todo, a los intermediarios.

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