China ha anunciado recientemente que va a permitir a sus compañías de seguros invertir en oro, una medida que se espera que tenga amplias repercusiones en el mercado global del oro y en la economía nacional.
La decisión supone un hito en la estrategia de inversión de China, y pone de relieve la creciente importancia del oro como activo refugio en situaciones de incertidumbre económica y geopolítica como la actual.
Programa piloto
Esta va a ser la primera vez que las aseguradoras chinas podrán invertir en materias primas.
Bloomberg confirma que la incorporación de estas entidades al mercado del oro podría aumentar todavía más la tendencia alcista del precio de este mineral.
Firmas como PICC Property & Casualty o China Life Insurance podrán invertir hasta el 1 % del valor de sus activos en oro. Se estima que esto desbloqueará unos 200.000 millones de yenes (26.532 millones de euros) en adquisiciones de este metal precioso.
Un cambio de rumbo muy esperado
Durante años, China ha mantenido un control estricto sobre las inversiones de sus aseguradoras, limitándolas en gran medida a activos tradicionales como bonos y bienes raíces. Sin embargo, en un contexto de crisis inmobiliaria interna, crecientes tensiones comerciales, fluctuaciones monetarias y preocupaciones sobre la estabilidad económica global, el gobierno chino ha optado por diversificar las carteras de inversión de sus aseguradoras y permitirles acceder al mercado del oro.
Con ello persigue reducir su dependencia de dólar estadounidense y diversificar sus reservas de divisas. Porque el oro ofrece una buena cobertura frente a la inflación y es una alternativa para proteger la riqueza del país.
China es ya el mayor consumidor y productor de oro del mundo. Al permitir a sus aseguradoras entrar en el mercado, puede reforzar todavía más su posición a nivel global y tener una mayor influencia sobre el precio del metal precioso.
El oro sigue ganando protagonismo
En la guerra comercial que enfrenta a Estados Unidos y China, el oro cobra cada vez más importancia, porque puede fortalecer la posición del país asiático en el sistema financiero internacional.
China es uno de los mayores compradores y productores de oro, y de cara al futuro va a reforzar todavía más este papel, porque a finales de 2024 se descubrió en su territorio el mayor yacimiento de oro del mundo.
El Instituto Geológico Provincial de Hunan ha confirmado que tiene unas reservas estimadas de 1.100 toneladas valoradas en unos 79.000 millones de euros. Superando así a la mina South Deep de Sudáfrica.
El yacimiento se encuentra en el campo aurífero de Wangu, en la provincia china de Hunan, y fue hallado gracias a un modelado geológico 3D que permitió localizar 40 vetas de mineral de oro.
En la actualidad, según las estimaciones de Forbes, el 80 % de la producción mundial de oro se destina a la fabricación de dispositivos electrónicos debido a sus propiedades conductoras. Esto lo convierte en un componente esencial en teléfonos inteligentes, ordenadores y equipos médicos, entre otros.
Por eso, los expertos creen que el hallazgo del yacimiento reforzará todavía más el papel estratégico de China en el desarrollo de tecnología.
El precio del oro continúa subiendo
El oro acabó 2024 con precios máximos históricos y así ha comenzado 2025. De hecho, el pasado lunes 10 de febrero se superó por primera vez en la historia la barrera de los 2.900 dólares por onza. En lo que va de año su precio se ha revalorizado algo más de un 9 %.
La compra de este mineral por parte de los bancos centrales es la principal razón que explica este fenómeno. Destaca entre ellos el Banco Popular de China, que en enero aumentó sus reservas de oro por tercer mes consecutivo.
Los analistas destacan que la política arancelaria de Trump también está teniendo un impacto directo en el aumento de la demanda de oro, porque en un entorno de tensiones comerciales los inversores están especialmente interesados en activos refugio.
Además, existe una creciente preocupación en el mercado sobre si los aranceles acabarán aplicándose tarde o temprano sobre el oro, lo que impulsa todavía más la demanda.
Las previsiones apuntan a que el oro continuará alcanzando máximos históricos este año y se espera que se superen los 3.00 dólares por onza.