Los bancos españoles ganaron 3.888 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que supone un descenso del 4,1% respecto al beneficio obtenido en el mismo periodo del ejercicio anterior, por las mayores dotaciones a provisiones, según los datos publicados este martes por la Asociación Española de Banca. Así lo explicó en una rueda de prensa el secretario general de la AEB, Pedro Pablo Villasante, que destacó que los bancos españoles continúan en beneficios «con buena rentabilidad» y sin haber recibido ayudas públicas pese a las dificultades que atraviesa la economía.
Pese a la clara mejoría experimentada por las economías occidentales a finales del 2009 y principios de este año aún «persisten dudas sobre la intensidad de la recuperación, que en España está siendo más lenta y menos vigorosa que en otros países, lo que se une a «la situación de extrema tensión» que viven los mercados financieros, dijo.
En concreto, los bancos elevaron un 17,5% las dotaciones a saneamientos en los tres primeros meses del año, hasta los 4.850 millones. El beneficio consolidado de los bancos alcanzó en el primer trimestre 4.273 millones, un 4,3% menos.
La patronal bancaria destacó que los beneficios son «compatibles» con el fortalecimiento del balance alcanzado mediante un «considerable esfuerzo» en saneamientos y a través de la mejora en el nivel y calidad de los recursos propios.
Así, el ratio de solvencia se situó en el 13,2%, con unos excedentes de recursos de 53.886 millones, y con un incremento del 8,8% en los recursos propios computables. El core capital se situó en el 8,5%, mientras que la rentabilidad sobre activos totales alcanzó el 0,8% y la rentabilidad sobre recursos propios se colocó en el 12,02%.
Los créditos a la clientela, por su parte, alcanzaron los 1,34 billones, un 0,1% más, y los depósitos crecieron un 8,7%, hasta un billón de euros. La morosidad alcanzó el 4,18%, frente al 2,95% de hace un año, mientras que la tasa de cobertura se situó en el 66%.
El margen de interés ascendió a 12.442 millones, un 6,8% más, mientras que el margen bruto aumentó un 4,9%, hasta los 18.580 millones. El resultado de la actividad de explotación, por su parte, descendió un 0,8%, hasta los 5.935 millones.
En estos tres meses, la banca española ha continuado desarrollando una política prudente, centrada en la contención del gasto, en la gestión de la financiación y en el fortalecimiento de los recursos propios mediante la dotación a provisiones. Y todo esto lo están haciendo sin ayudas públicas, a través de la capitalización de gran parte de sus beneficios y mediante emisiones de capital, precisó Villasante.