Las entidades financieras arrastran una cartera de crédito de 445.000 millones de euros con promotores y constructores, de los cuales más de un tercio, unos 165.500 millones de euros, puede ser considerado «crédito problemático, según el informe ‘Bancos, Cajas y Sector Inmobiliario’ realizado por el catedrático de Esade Xavier Mena. Según el estudio, los bancos y las cajas, que sólo tienen declarados fallidos 4.000 millones de euros, han protagonizado «una huida hacia adelante, aplazando el reconocimiento de estas pérdidas latentes mediante fórmulas como la refinanciación de las inmobiliarias, embargos y adjudicaciones a precios muy bajos, aceptando daciones en pago o sustituyendo el crédito por acciones de las inmobiliarias.
Además, considera que la morosidad de promotores y constructores ha quedado así «maquillada» hasta sólo el 9,6% (en 1993 llegó al 13%), mientras que en el caso de alguna entidad ha alcanzado casi el 30%.
El informe, que señala que el Banco de España «está presionando cada vez más» al sector financiero para que contabilice la pérdida de valor de los pisos y solares que entran en su balance, estima que el conjunto de bancos y cajas pueden absorber unas pérdidas de hasta el 35% de los créditos problemáticos concedidos a promotores y constructores, «gracias al cojín guardado durante las buenas épocas (provisiones genéricas requeridas por el Banco de España)».
Precios inmobiliarios
Igualmente, si se añade los ingresos futuros (margen de explotación), los fondos propios (capital y reservas) y la venta de los solares y los pisos que han entrado en el balance de los bancos y cajas, el conjunto de las entidades financieras podría absorber una caída de los precios inmobiliarios del 50%.
Así, Mena defiende que las cinco entidades financieras más grandes (Santander, BBVA, la Caixa, Caja Madrid y Banco Popular), que representan casi el 60% del total, podrían absorber las pérdidas de valor de los activos inmobiliarios, aunque «un gran número de entidades financieras entrarían en quiebra si no se hiciera nada».
El informe advierte también de que los bancos y cajas financiaron el ‘boom’ inmobiliario con ahorro exterior y, debido a que los mercados mayoristas internacionales están cerrados para la mayoría de las entidades financieras, muchos «no podrán retornar este dinero en los próximos meses».
Además, el deterioro por la crisis de Grecia y la degradación de ‘rating’ de España «dificulta y encarece» éste recurso tanto a los bancos como a las demás empresas, indica el informe, que subraya que también el recurso de la ‘barra libre’ de liquidez abundante y barata del Banco Central Europeo (BCE) «se ha acabado, según el Esade.
Por otra parte, considera que «la guerra» para captar el ahorro familiar ha estallado con ofertas de tipo de interés del 4% para nuevos depósitos por parte de las grandes entidades, aunque éstas «no pueden ser replicadas por muchas cajas de ahorros».
Respecto a la nueva normativa internacional que pondrá a finales de 2012 unos requerimientos de capital más elevados y restrictivos, cree que en estos momentos la mayoría de cajas y bancos españoles «no cumplen» con ellos, por lo que deberán «espabilarse y levantar más recursos propios, cuando han vendido la mayor parte de participaciones industriales y hasta oficinas y «no quedan grandes plusvalías que realizar».
FROB
Sobre el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) lanzado por Banco de España para recapitalizar las entidades financieras que no pueden resistir, señala que la mejora de la eficiencia obligará a «reducir drásticamente los servicios centrales, la red de oficinas y la plantilla, por lo que el número de cajas de ahorros puede pasar a menos de 20 entidades.
Además, advierte que el futuro de las entidades medianas y pequeñas «está comprometido» debido a la reforma de la Ley de los Órganos Rectores de las Cajas de Ahorros (LORCA) y de las fusiones impulsadas desde el FROB, ya que «la supervivencia obligará a perder vínculos con el territorio cercano y a cambios en la Obra Social».
El estudio también señala que el 19,1% de los créditos hipotecarios financió más del 80% del valor tasado de la vivienda.
Muchos jóvenes e inmigrantes hipotecados deben más de lo que tienen o tendrán, por lo que con un paro superior al 20% y el agotamiento progresivo de la cobertura de subsidio, «se disparará la morosidad».