El presidente del Banco Espíritu Santo de Inversión, BESI, José María Ricciardi, consideró que los accionistas de Portugal Telecom deben rechazar la propuesta de Telefónica para adquirir la operadora brasileña Vivo. El BESI, uno de los asesores de PT en esta operación, es una de las empresas del grupo del Banco Espíritu Santo, que posee el 7,99% del capital de la operadora lusa y cuya posición los analistas portugueses consideran «decisiva».
A falta de dos semanas para la celebración de la Asamblea General de Portugal Telecom en la que los accionistas expresarán su opinión sobre la oferta sobre Vivo, Ricciardi aseguró que «es fundamental que PT no salga de Brasil».
«Brasil, junto con África, es uno de los mercados de mayor crecimiento para PT, que en este momento está allí a través de Vivo y espero que continúe haciéndolo de esta forma, dijo el presidente del BESI en una entrevista publicada hoy por el periódico Diario Económico.
Ricciardi argumentó que en el caso de que la mayoría de los accionistas de PT -el 70 por ciento no son portugueses- «entendiesen que ante el precio que está sobre la mesa, PT debe vender, la compañía tiene que buscar otras alternativas para permanecer en Brasil, aunque insistió en que espera que «esto no suceda».
Telefónica ofreció 6.500 millones de euros a PT para hacerse con el 30% que detenta en la operadora de móviles brasileña Vivo, una cantidad «insuficiente» para Ricciardi, que coincidió con el consejo de administración de la compañía lusa que aseguró que la propuesta de la española «no refleja el valor de Vivo».
El presidente del BESI consideró que con esta declaración el consejo de administración «está diciendo, de forma clara, que recomienda a los accionistas que no acepten la propuesta».
Sin embargo, el presidente de Ongoing, Nuno Vasconcelos, solicitó días atrás, igual que ya habían hecho otros accionistas locales de la compañía portuguesa, que la comisión ejecutiva de PT dé a los inversores una «indicación clara» de si Vivo debe ser vendida al precio ofrecido por Telefónica.
Además, Telefónica solicitó a PT el pasado martes que se incluya en el orden del día de la Asamblea General de accionistas, del próximo día 30, la votación acerca de la distribución de un dividendo extraordinario en el caso de que la venta de la brasileña Vivo sea aceptada.
Portugal Telecom informó de que la Mesa de la Asamblea General analizará la petición la compañía española cuya finalidad es el «refuerzo» de la actual política de retribución al accionista de la empresa lusa.
La petición defiende el pago de un dividendo complementario y extraordinario, de un euro por acción o más, con cargo al este ejercicio, siempre que se apruebe la oferta de la operadora española por Vivo.
Los directivos de PT, que se oponen a la venta de Vivo, ya informaron la semana pasada a los accionistas de que si la operación es aceptada su importe puede no destinarse, ni aún parcialmente, a dar dividendos extraordinarios y podría dedicarse a inversión, recompra de acciones o financiación.
Telefónica aumentó hace dos semanas su oferta inicial del 11 de mayo, que era por 5.700 millones, hasta los 6.500 millones para hacerse con el 100% de Brasilcel, la empresa con la que PT y Telefónica controlan a medias el 60% de Vivo.