La petrolera británica British Petroleum (BP) anunció este martes unas pérdidas financieras de 19.973 millones de dólares (15.363 millones de euros) en el segundo trimestre de este año, debido al derrame de crudo en el golfo de México. Se trata de uno de los peores resultados financieros de la historia empresarial del Reino Unido, que la petrolera atribuyó a los 32.200 millones de dólares (24.770 millones de euros) en costes para afrontar la limpieza del vertido. BP también informó de que venderá activos por valor de unos 23.080 millones de euros en los próximos 18 meses para hacer frente a estas multimillonarias pérdidas.
La petrolera, que confirmó asimismo el relevo de Tony Hayward como consejero delegado (será sustituido por el estadounidense Bob Dudley), tuvo unas ganancias de unos 2.416 millones de euros en el mismo periodo de 2009.
Las cifras para el primer semestre el año reflejan unas pérdidas acumuladas de 11.375 millones de dólares (8.751 millones de euros), en comparación con las ganancias de 5.527 millones de dólares (4.252 millones de euros al cambio actual) entre enero y junio de 2009.
La deuda bruta alcanzó los 30.580 millones de dólares (23.528 millones de euros), frente a los 36.240 millones de dólares (27.875 millones de euros) del segundo trimestre de 2009.
La deuda neta al final del trimestre entre abril y junio se situó en 23.200 millones de dólares (17.847 millones de euros), frente a los 27.100 millones de dólares (20.842 millones de euros) de hace un año, mientras que el ratio de la deuda neta con respecto a la deuda
neta más el capital fue del 21%, frente al 22% del año pasado.
El objetivo del grupo es reducir esta deuda neta entre 10.000 y 15.000 millones de dólares (entre 7.692 y 11.538 millones de euros) hasta finales del año 2011.
La deuda financiera se situó en 30.600 millones de dólares (23.533 millones de euros), de los cuales 8.300 millones de dólares (6.383 millones de euros) se ha de pagar en los próximos 12 meses.
La pérdida atribuible a los accionistas de BP fue cifrada en 17.150 millones de dólares (13.197 millones de euros), lo que supondrá una pérdida de 91,29 centavos de dólar (70,24 céntimos de euro) por cada título de la petrolera.
De no haber sufrido el accidente del Deepwater Horizon, BP hubiera tenido entre abril y junio unos beneficios antes de impuestos de 6.189 millones de dólares (4.755 millones de euros).
BP informó en un comunicado de que los costes relacionados con el taponamiento del pozo causante del vertido, tras la explosión de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon el pasado mes de abril, la captura del crudo, y la limpieza y protección de las costas afectadas han sido considerados como gastos no operativos.
Sobre las consecuencias del vertido, BP informó de que hasta la fecha se han presentado 127.400 reclamaciones en demanda de compensaciones económicas y que se ha hecho frente por el momento al pago de 243 millones de dólares (186 millones de euros).
La petrolera recordó que se renunció a pagar un dividendo a los accionistas en el primer trimestre del año y que tampoco se pagará ese dividendo en el segundo y tercer trimestre de 2010.
El consejo de administración considerará sobre futuros pagos de dividendos por acciones ordinarias en el año 2011 en el próximo mes de febrero, cuando se den a conocer los datos financieros correspondientes al periodo entre octubre y diciembre de este año.
«Esperamos haber pagado la mayoría sustancial de los costes derivados de la respuesta directa al vertido para finales de año.
Probablemente, habrá que hacer frente a otros costes en los próximos años, incluidas algunas multas y penalizaciones, arreglos a largo plazo, compensaciones y gastos judiciales», manifestó Hayward.
Pese a la catástrofe del golfo de México, el consejero delegado saliente subrayó que «con el taponamiento del pozo hemos alcanzado un punto de retorno» y aseguró que el negocio de BP sigue siendo «sólido», lo que significa que la compañía «afronta con robustez sus responsabilidades para tratar la tragedia del vertido de crudo».