La agencia de calificación de riesgos Moody’s decidió este jueves cambiar la perspectiva sobre Telefónica de positiva a estable por las implicaciones que podría tener para la operadora española la compra del paquete que le faltaba en la brasileña Vivo por 7.500 millones de euros. «Una transacción de esta magnitud usará parte de la flexibilidad financiera de Telefónica, lo que lleva a cambiar la perspectiva de positiva a estable», argumenta el principal analista de Telefónica, Carlos Winzer, en el comunicado de Moody’s, que no obstante mantiene la calificación de la operadora para hacer frente a su deuda.
La agencia estadounidense reconoce que la decisión de la compañía presidida por César Alierta «tiene sentido desde una perspectiva estratégica y de negocio», ya que sacará ventajas del rápido crecimiento que está experimentando el sector de las telecomunicaciones en Brasil y le permitirá sacar partido de la combinación de sus negocios de telefonía fija y móvil.
Moody’s cree que la calificación de Baa1 de Telefónica para hacer frente al pago de su deuda tiene «suficiente amplitud» como para recoger los efectos de la transacción, por lo que ha decidido mantener dicho rating.
«Aunque será financiada con deuda en su totalidad, la transacción impactará en los ratios financieros de Telefónica sólo hasta cierto punto», señala Winzer, que añade que Moody’s espera que los parámetros crediticios de Telefónica se mantengan sólidos.