Estados Unidos se sumó hoy a la creciente disputa internacional por el bloqueo de servicios de BlackBerry en algunos países, tras considerar que existe una «legítima preocupación de seguridad» que podría incluso perjudicar el comercio y la diplomacia internacional. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo hoy a los periodistas que Estados Unidos se «tomará un tiempo» para realizar consultas con otros países: «porque sabemos que hay una legítima preocupación de seguridad, pero también hay un legítimo derecho de uso y acceso».
«Creo que estaremos realizando discusiones tanto técnicas como de expertos, preció la jefa de la diplomacia estadounidense.
Clinton dijo que Estados Unidos conversará con Emiratos Árabes Unidos (EAU) y con otros países sobre el bloqueo de los servicios de BlackBerry, un producto de la empresa estadounidense Research In Motion (RIM) también ampliamente usado por empleados del Gobierno federal.
«Hemos estado en contacto con nuestros socios en los Emiratos Árabes Unidos sobre este asunto. Es algo que involucra un conjunto de asuntos muy complejo sobre los que estamos trabajando con otros países también, manifestó Clinton, tras reunirse con el canciller de Nigeria, Henry Odein Ajumogobia.
Funcionarios de Emiratos Árabes Unidos, India, Arabia Saudí e Indonesia han dicho que bloquearán algunos servicios de BlackBerry, o que piensan hacerlo.
El lunes pasado, el Gobierno de EE.UU. dijo estar «decepcionado» por el anuncio de que los Emiratos Árabes Unidos suspenderán a partir del 11 de octubre algunos servicios del teléfono multimedia BlackBerry.
La medida, según dijo entonces el Departamento de Estado, sienta un «precedente peligroso».
Las autoridades del emirato argumentaron en su momento que los servicios que serán suspendidos no se adecúan a la legislación local vigente y que presentan amenazas para la seguridad del país.
Tanto el Gobierno de EEUU como el de Canadá han expresado preocupación de que el bloqueo a BlackBerry pueda perjudicar el comercio y la diplomacia internacional.
En ese sentido, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, dijo que si algunos de esos países cumplen con sus amenazas, «esto tendría un impacto en el Gobierno de EEUU y en nuestros diplomáticos que operan en diferentes países, además de ciudadanos y empresarios estadounidenses en el exterior.
Agregó que a EE.UU. le interesa «asegurar el libre flujo de información» y el uso de la tecnología para «ampliar el conocimiento que está disponible a la gente y a los empresarios».
Crowley confirmó a los periodistas que EE.UU. ha iniciado consultas con RIM y con funcionarios en Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, India y otros países, pero dijo que no podía dar más detalles al respecto.
Preguntado sobre la preocupación de algunos países de que los terroristas utilicen BlackBerrys para enviarse mensajes, Crowley dijo que el asunto involucra asuntos de seguridad, de regulación y de tecnología, y que EE.UU. ha puesto en marcha un proceso para determinar lo que está en juego y cómo «identificar soluciones».