El regulador británico podría aplicar a la banca del Reino Unido reglas más estrictas que las anunciadas este mes por el Comité de Basilea sobre Supervisión Bancaria, declaró el presidente de la Financial Services Authority (FSA), la Autoridad de Servicios Financieros, Adair Turner.
«Queremos tener la libertad de ir más allá de los mínimos absolutos fijados, sobre todo en relación con los bancos que consideramos sistemáticamente importantes, explica Turner en una entrevista que publica este miércoles el diario londinense The Financial Times.
El comité de Basilea anunció el pasado día 12 nuevas reglas globales (Basilea III) destinadas a asegurar que los bancos tienen suficientes reservas de capital propio, lo que se conoce como «core tier one, para hacer frente a posibles pérdidas.
Así, para 2019 la banca tendrá límites para el pago de bonos y dividendos si sus reservas de capital no llegan al 7% de los activos ajustados según el riesgo. Anteriormente, ese límite estaba establecido en sólo un 2%.
Turner calificó el acuerdo Basilea III como «un gran paso adelante, pero agregó: «Si uno partiese de cero, quisiera ver mayores requerimientos de capital básico para los bancos, pero hay que partir de donde estamos».
Gran Bretaña, Estados Unidos y Suiza presionaron en Basilea a favor la adopción de reglas más estrictas, pero tuvieron que ceder para que se firmara finalmente un acuerdo aceptable para todos.
La FSA dijo que los bancos británicos están «en mejor forma» que muchos otros de todo el mundo en parte porque la Autoridad de Servicios Financieros les ha aplicado pruebas de resistencia que les exigen unas reservas de capital «tier one» equivalentes al 8% de los activos.