El ministro de Industria, Miguel Sebastián, pidió este lunes a Repsol, Sacyr y Pemex que dejen en paz al Gobierno en sus diferencias en torno a la dirección de la petrolera española, porque, subrayó, el Ejecutivo ya tiene bastantes problemas.
«He tenido una buena relación con todas las personas que están metidas en esta operación, tanto de un lado como de otro», dijo Sebastián, quien pidió a las tres empresas que dejen al Gobierno al margen de sus disputas y que utilicen las herramientas de las que disponen «para atacar al otro».
El pasado 29 de agosto, Sacyr y Pemex anunciaron un acuerdo para controlar de forma conjunta el 29,8 % de Repsol, un pacto que la petrolera quiere que sea estudiado por la Comisión Nacional de la Energía y que los accionistas minoritarios de la AEMEC también han pedido que investigue la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
En declaraciones a la prensa, en el marco del XXV Encuentro de las Telecomunicaciones, Sebastián apuntó que el margen del Ejecutivo para evitar operaciones empresariales es «prácticamente nulo» y apuntó que él no estaba en el Gobierno cuando se produjo la pugna por Endesa, ahora controlada por la italiana Enel.
Añadió que el Ejecutivo ve en el pacto entre Sacyr y Pemex una operación «estrictamente empresarial» y considera que la españolidad de Repsol está garantizada porque se cumplen los requisitos de que su principal accionista sea español (Sacyr) y de que la suma de accionistas españoles sea mayor a la de extranjeros.
El Gobierno no está detrás de las empresas y no toma partido, aseveró Sebastián, quien insistió en pedir a los protagonistas de la pugna por Repsol que dejen al margen al Gobierno, al que lo único que le interesa es que se trata de una empresa estratégica cuyas reservas son las de España.
Respecto a la puesta en duda del mantenimiento de la españolidad de Repsol por parte del expresidente de España Felipe González, Sebastián recordó que fue durante su mandato cuando Pemex entró en el capital de la petrolera.
Añadió que Gas Natural, de la que es consejero González, ha dado entrada en su capital a la estatal argelina Sonatrach, sin que nadie haya puesto en duda la españolidad de la empresa gasista.
«Nosotros somos neutrales porque no participamos en ninguna empresa privada, mientras que el expresidente del Gobierno está en el consejo de una empresa», criticó Sebastián.
El ministro se mostró dispuesto a reunirse con los presidentes de Sacyr, Luis del Rivero, y Repsol, Antonio Brufau, cuando se lo pidan, y rehusó comentar los movimientos del Gobierno argentino tras el acuerdo entre la constructora y la petrolera mexicana.
Estrella Digital/EFE