El fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, su mujer, Teresa Rivero, y sus seis hijos varones declararán entre este martes y miércoles ante la Audiencia Nacional como imputados por presuntos delitos de estafa e insolvencia punible por su gestión de la compañía.
Según aseguró a Europa Press el abogado de los hijos, Ignacio Peláez, está previsto que todos acudan a declarar ante el juez Pablo Ruz, incluido el patriarca de la familia, que en otras citaciones se ha ausentado en los juzgados alegando enfermedad.
Por su parte, José María Ruiz-Mateos Rivero, afirmó que la familia defenderá que «jamás ha habido ánimo de estafa ni intención de engaño», que las emisiones de pagarés se realizaron «bajo la legalidad» y que los fondos captados por esta vía se destinaron «100% a las empresas».
En concreto, Ruz ha convocado para comparecer el miércoles al patriarca de la familia, a su mujer, y a sus hijos Zoilo y Álvaro Ruiz-Mateos Rivero. El miércoles están citados los otros cuatro hijos varones de Ruiz-Mateos y su sobrino Zoilo Pazos Jiménez.
La causa cuenta con más de una decena de acusaciones particulares en representación de cerca de 300 inversores en pagarés de Nueva Rumasa, que se suman a la formulada por la Fiscalía Anticorrupción.
Por su parte, un grupo de trabajadores de Clesa tiene previsto concentrarse a las puerta de la sede judicial para protestar por la situación en la que se encuentra la empresa y recibir a los imputados, según confirmaron a Europa Press.
Fianza de 30 millones
Dado el progresivo incremento de acusaciones, el juez decidió aumentar hasta 30 millones de euros la fianza solicitada a los Ruiz-Mateos para cubrir su responsabilidad civil ante las pérdidas de los inversores. Esta cifra podría seguir creciendo ya que en las últimas horas se han adherido dos grupos de inversores que depositaron casi ocho millones de euros, según fuentes jurídicas.
El pasado mes de junio, Ruz admitió a trámite la querella presentada por el despacho malagueño Martínez-Echevarría contra Nueva Rumasa. El juez centra la causa en los 1.017 inversores que depositaron 90,4 millones de euros, identificados por la Fiscalía. A estos habrá que sumar los que adquirieron pagarés hasta enero de 2011, cifra que podría alcanzar los 5.000.
Las pesquisas realizadas por Anticorrupción han estado encaminadas a seguir el rastro del dinero de los inversores presuntamente desviado por los Ruiz-Mateos a paraísos fiscales como Belice o las Antillas Holandesas.
Los Juzgados Mercantiles ya apartaron a los Ruiz-Mateos de la gestión de Grupo Dhul, Clesa, Cacaolat, Carcesa, Cavas Hill, Cárnica Oliventina, Hibramer, Elgorriaga y los hoteles de Hotasa en Baleares, todas ellas en concurso de acreedores.
El pasado 9 de septiembre, Ruiz-Mateos anunció la venta de Nueva Rumasa a la sociedad Back in Business, propiedad del último dueño de Marsans, el empresario Ángel de Cabo. Los afectados piden que se investigue la operación, ya que la venta de cualquier activo de las empresas en concurso podría suponer un delito de alzamiento de bienes.
Hasta la venta, los Ruiz-Mateos aún mantenían las facultades de administración de las bodegas de Cádiz (Zoilo Ruiz-Mateos), Unión de Grandes Bodegas, Bodegas Valdivia de Cádiz, Bodegas Teresa Rivero y Complejo Bodeguero Bellavista, de Rioja (Marqués de Campo Nuble) y de Toro (Marques de Olivara), así como en Helados Dhul y en Chocolates Trapa.