Repsol YPF ha encargado a Ryder Scott, compañía internacional especializada en la certificación de reservas y recursos de hidrocarburos, una auditoría externa de sus reservas y recursos contingentes y prospectivos no convencionales (shale oil/gas) procedentes de la formación Vaca Muerta, ubicada en determinadas concesiones de la cuenca neuquina. La evaluación técnica de las reservas probadas cumple con los criterios formales exigidos por la Comisión Nacional de Valores de Argentina y la U.S. Securities and Exchange Commission. Igualmente, la evaluación de los recursos contingentes y prospectivos cumple con los criterios formales exigidos por la Comisión Nacional de Valores de Argentina y los lineamientos del Petroleum Resources Management System de la Society of Petroleum Engineers.
Se estima que la formación Vaca Muerta se extiende sobre una superficie total de unos 30.000 km2 (7,4 millones de acres), de la que YPF tiene una participación neta de unos 12.000 km2 (3 millones de acres). Los primeros resultados indicarían que un 77% de su área sería petróleo y el resto se repartiría entre gas húmedo y gas seco.
El estudio realizado por Ryder Scott abarca un área total de 8.071 km2 (1.994.378 acres), donde Repsol YPF tiene una participación neta de 5.016 km2 (1.239.407 acres) dentro de la cuenca neuquina.
Dicho trabajo diferencia los volúmenes totales entre recursos prospectivos, recursos contingentes y reservas probadas, probables y posibles (las definiciones se detallan en el ANEXO IV).
Los estudios han determinado, en un área de 1.100 km2 una estimación de recursos contingentes asociados de 1.115 Mbbl de petróleo y 410 Mbep de gas, es decir, un total de 1.525 Mbep. Para la participación de YPF, estos recursos contingentes serían 883 Mbbl de petróleo y 330 Mbep de gas, un total de 1.213 Mbep.
Para poder llegar a estas estimaciones del potencial del área, YPF ha realizado un esfuerzo técnico en tiempo record liderando la exploración de recursos no convencionales en Argentina, tras revisar todas las tecnologías exitosas en EEUU, adaptándolas a los requerimientos geológicos del país. Para ello contó con la colaboración de empresas líderes en el desarrollo shale en EEUU que además, fruto de las expectativas que el shale Vaca Muerta generó, decidieron asociarse con YPF en diversas áreas para su exploración. El equipo técnico de Repsol YPF ha sido capaz de desarrollar desde 2009 un proyecto que en sus fases de exploración, delineación e inicio del desarrollo de la formación Vaca Muerta ha requerido más de 300 millones de dólares. A 31 de diciembre de 2011, ya se habían producido más de 700.000 barriles de petróleo equivalente provenientes de la formación Vaca Muerta.
Los positivos resultados obtenidos alientan a continuar con la actividad de exploración, para definir la extensión y productividad del yacimiento tanto en las áreas de petróleo, como en las de gas y gas húmedo de toda la cuenca. Continuando con la actividad, YPF, en algunos casos sola y en otros conjuntamente con diversos socios, realizará la perforación y terminación de 20 pozos exploratorios en el año 2012 para continuar
investigando el potencial de los recursos prospectivos.
Con estos resultados, hasta la fecha, Argentina tiene la posibilidad de replicar la revolución que los hidrocarburos no convencionales ha significado para Estados Unidos, mediante el desarrollo masivo de los recursos de la formación Vaca Muerta. El desarrollo del área delineada por YPF, en 1.100 km2, con unos recursos contingentes brutos de 1.525 Mbep, podría hacer posible incrementar en un 50% la producción actual de petróleo de Argentina. Para ello sería necesario acometer un plan de inversiones de unos 28.000 millones de dólares (brutos al 100%) en los próximos años para la realización de casi 2.000 pozos productivos de petróleo, para lo cual serían necesarios 60 equipos de perforación adicionales a los existentes en el país.
De confirmarse los resultados positivos de los pozos exploratorios en curso en el área de gas, se podría incrementar la producción de gas del
país un 50%. Para ello se requeriría, en una primera etapa, perforar más de 1.000 pozos con una inversión superior a los 14.000 millones de
dólares en los próximos años, requiriéndose 40 equipos de perforación adicionales a los existentes en el país actualmente.
Estos 100 nuevos equipos adicionales de perforación, para petróleo y gas, más que duplicarían el parque actual argentino que asciende a 80
unidades.
En caso de resultar exitosa la exploración en toda la formación Vaca Muerta e iniciar inmediatamente el desarrollo intensivo del área, en 10
años se podría duplicar la capacidad de producción de petróleo y gas actual de Argentina. Para ello sería necesario realizar un enorme esfuerzo
inversor que alcanzaría los 25.000 millones de dólares por año para poder desarrollar todos los recursos prospectivos existentes.
Un programa de tal magnitud exige un importante aporte de capital a Argentina de los mercados internacionales; una potente industria nacional (equipamiento, servicios, etc.) y unos recursos humanos competitivos y de alta cualificación técnica ya que, en la captación de todo tipo de recursos Argentina compite con otros desarrollos similares en el mundo (Estados Unidos de América, China, Australia, Europa del Este, etc.).