Repsol YPF ha iniciado las actividades de perforación en Alaska para explorar una zona que califica de «especialmente prometedora» y en la que ya se han descubierto varios yacimientos.
La petrolera presidida por Antonio Brufau considera que el riesgo de fracaso es reducido y destaca que este proyecto fortalecerá su presencia en Estados Unidos, uno de los países por los que ha apostado, en línea con su estrategia de crecer en la OCDE.
Este acuerdo da a la petrolera una participación del 70% en los bloques y la emplaza a realizar las inversiones necesarias para explorar y comprobar la viabilidad económica de los recursos.
Al suscribir la compra de los bloques, Repsol señaló que dispone de un presupuesto de 768 millones de dólares (550 millones de euros) tanto para la adquisición de esta participación en los bloques como para el desarrollo de las actividades de exploración, que se realizarán en varios ejercicios.
Para la petrolera, la actividad en Alaska no solo ahonda en su diversificación geográfica o orientación hacia la OCDE, sino que equilibra la cartera de exploración con activos de bajo riesgo. Los bloques se encuentran en tierra y el país dispone de estabilidad regulatoria.
Los dos socios de Repsol en el proyecto son dos compañías privadas dedicadas a la exploración petrolífera con sede en Denver (Colorado). Ambas empresas han trabajado conjuntamente en proyectos exploratorios en Alaska durante más de una década y constituyen uno de los consorcios con mayor presencia en ese Estado.
Estrella Digital/EP